El Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó ayer su aval y elogió el desempeño fiscal de Ecuador, pero advirtió que su principal reto es mantener el gasto bajo control pese a las presiones políticas para asegurarse el apoyo internacional.

“El panorama de corto plazo (de Ecuador) es ampliamente positivo. Sin embargo, preocupaciones significativas en torno a las políticas de Ecuador permanecen de cara al mediano plazo”, indicó el FMI en un documento.

El FMI incluyó estos comentarios en una denominada “carta de conformidad”, un informe sobre la situación macroeconómica del país y sus proyecciones para el 2005 y 2006, como parte de un programa de revisiones trimestrales que realiza el ente.

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Las revisiones no son parte de un acuerdo formal con el FMI, pero es un mecanismo al que apela Quito para demostrar su compromiso con las reformas económicas y cumplir con las demandas de otros organismos para aprobar o continuar con sus programas de financiamiento.

El pronunciamiento del FMI allana el camino para que el país acceda a un crédito de 416 millones de dólares del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) y retome los diálogos con los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo respecto a empréstitos represados este año y los planes para el 2006.

El FMI aseguró que pese a enfrentar un ambiente político difícil, marcado por las elecciones previstas para fines del 2006, el presidente Alfredo Palacio busca consensos mínimos para instrumentar reformas que atacan vulnerabilidades fiscales.