Para tomarse la decisión del Ministerio de Educación de no enviar deberes a la casa y de cambiar los horarios de ingreso a los planteles, primero habría que estructurar una nueva ley de educación para ver si con ese cambio se va a cubrir todo lo programado en un año lectivo.

Ese cambio de horario escolar (de no ingresar tan temprano a clases) sería un engaño, porque los chicos deberán levantarse tarde, se acostarán una hora más tarde y al amanecer estarán somnolientos. Esto no es aplicable en la zona rural donde la gente está acostumbrada a madrugar y acostarse temprano. Las tareas en casa ayudan al estudiante a desarrollarse, tener responsabilidades, y lo mantienen ocupado.

Ing. Iván Sanaguano Mata
Guayaquil

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Como maestro por vocación, creo que la Ministra de Educación tiene mucha razón en su pedido de que la entrada a las aulas sea más tarde, y no precisamente para ayudar a los chicos de las grandes ciudades, sino a los del campo que deben recorrer grandes distancias a pie, a caballo o en buses (los turnos no son frecuentes).

Aplicarlo, bien valdría la pena, ya que un niño que se levanta a las 06h30, no va a la escuela desayunando normalmente por cuanto a las 07h00 pasa el expreso a recogerlo, y no rendirá lo mismo que el chico que ha desayunado y reposado bien; por eso sería mejor la entrada a las 08h00. Los maestros deben obligatoriamente quedarse en las tardes en clase asesorando.

Temístocles Zambrano Bravo
El Carmen, Manabí

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Hoy, los alumnos aprenden para el momento. Yo, y todos los de mi generación (tengo 38 años) aprendimos realizando deberes en casa y extensos cuestionarios en exámenes trimestrales, algo que hoy no se hace; y a pesar de nuestras  arduas tareas colegiales, ninguno sufrimos traumas.

Los verdaderos maestros que trabajamos más por vocación que por dinero, sabemos que en casa el alumno refuerza lo que en clase aprendió, y los padres dedicados a sus hijos (hay pocos) supervisan sus trabajos en casa. Es fácil echarnos la culpa a los maestros, pero nuestra preocupación radica en que no solamente el alumno no tendrá un deber que debemos evaluar, sino que estará expuesto a la televisión, pornografía en Internet o las pandillas en la calle; los hijos de personas adineradas tendrán oportunidad de estudiar en academias de francés, danzas..., pero ¿y los hijos de padres que no tienen dinero?

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María Pía Lombeida
Guayaquil