El juez conservador John Roberts prestó juramento como presidente de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, horas después de haber sido confirmado por el Senado.

“Yo, John Roberts, juro solemnemente que protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos”, dijo en una ceremonia presidida por el mandatario George W. Bush en la Casa Blanca.

Considerado por muchos como el más brillante jurista de su generación, alabado por la derecha religiosa, prudente en sus declaraciones, Roberts, de 50 años, asegura cierta continuidad en la presidencia de la Corte Suprema de Justicia estadounidense.

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Roberts fue asistente del muy conservador William Rehnquist, ex presidente de la Corte fallecido a principios de septiembre.

Con una fidelidad al Partido Republicano que no deja dudas, Roberts liderará la Corte Suprema, que es la que decide los grandes temas de la sociedad, entre ellos el aborto.

Jonathan Turley, profesor de Derecho en la Universidad George Washington, lo describe como “un tipo agradable y simpático, pero también uno de los jueces más conservadores del país”.

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“No será el centro moderado de la Corte, sino un voto conservador, sólido y coherente”, advirtió Stephen Wermiel, especialista sobre la Corte Suprema de la American University de Washington.