La rueda de negocios organizada por Proimbabura en los talleres del ferrocarril, de esta ciudad, fue la ocasión oportuna para desempolvar las viejas locomotoras y vagones que reposan desde hace años en esa estación.

Los operarios, mecánicos y trabajadores de la Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado (ENFE), arreglaron una de las locomotoras que fueron traídas en el gobierno de Rodrigo Borja, y que no se encendía hace cinco años.

La mayoría de visitantes al recinto ferial llegó el pasado domingo atraída por los paseos cortos.

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Ernesto López y su familia fueron los más inquietos a la hora que se anunció el pequeño paseo de 5 kilómetros de recorrido.

“Yo siempre quise saber qué sensación se tenía al estar a bordo de un tren. Ahora gracias a esta oportunidad voy a dejar a un lado mi curiosidad”, decía López, mientras se acomodaba junto a sus hijos y esposa en la plataforma de 10 metros de largo.

Poco a poco, cerca de doscientas personas coparon las tablas altas y bajas del descolorido tren como lo llamaba José Luis, un pequeño de 5 años que llegó acompañado de su hermano y un tío.

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Cuando todo estuvo listo, José Carcelén, uno de los operarios, dio la señal al conductor, y este hizo sonar el fuerte pito que anunciaba la salida por la puerta principal rumbo al sector de Milagro, ubicado a cuatro kilómetros fuera del perímetro urbano de Ibarra, con sentido occidente.

Luego de 30 minutos a bordo del recordado ferrocarril, y ya en el lugar de inicio, todos los pasajeros coincidieron en decir que esperan con ansiedad la rehabilitación de este medio de transporte, que servirá para el turismo y también para movilizar las cosechas del sector agrícola de la provincia de Imbabura.