Los banqueros se preguntan: ¿nos quieren obligar a entregar créditos a empresas inconvenientes? El diputado León Febres-Cordero asegura, en la argumentación de su proyecto de Ley de Rehabilitación de la Producción Nacional, que en el país existen actividades productivas con nichos de mercado importantes y que, sin embargo, están relegadas.

Los niveles de morosidad (deudas que no son canceladas) en el sistema financiero aún no convencen a los técnicos de la Superintendencia de Bancos (SB). Esa tasa, por ejemplo, subió del 6,02% al finalizar el primer semestre del año al 6,79%, el pasado 14 de septiembre.

La cartera vencida y la que no devenga intereses suman  144 millones de dólares y $ 196 millones, respectivamente.

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“Existen empresas que están sobreendeudadas y un banco no puede aceptar más riesgos”, dice la Asociación de Bancos Privados (ABPE), en el documento que entregó la semana anterior a la Comisión de lo Económico del Congreso Nacional.

Allí, los banqueros recuerdan “las operaciones sui géneris, las aceptaciones bancarias, el Fopex, el Fopinar, los fondos financieros, el desarrollo de la palma, etc., que antaño existieron y que tuvieron que ser eliminados por los abusos a los que dieron lugar... ahí se vio cómo ciertos grupos presionaban para tener crédito que luego no pagaron”.

Febres-Cordero plantea utilizar la nomenclatura o identificación del sistema de cuentas nacionales, lo que –considera– permitiría identificar a nuevos sujetos de crédito; y propone que el directorio del Banco Central del Ecuador (BCE) sea el que asigne cupos y dicte los lineamientos para los préstamos.

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Para la banca esa idea es descabellada, inconstitucional y excluye a personas naturales y microempresarios. La ABPE insiste en mantener la clasificación de cartera tradicional; es decir, por créditos comerciales, de consumo, de vivienda y de microempresa.

Blasco Peñaherrera, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, destaca que “el mérito del proyecto” es poner en la mesa de discusión uno de los problemas más importantes de los ecuatorianos: el alto costo del dinero.

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OPINIONES

Para Diego del Castillo, presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, el proyecto suena atractivo, “si logramos conseguir que los bancos inviertan el dinero para las necesidades de la gente, con una tasa de entre el 7% y 8%”. El problema, dijo, es que los bancos atienden cuando ya se tiene un nombre. “Para quienes recién empiezan es difícil”.

Rafael Corral, presidente de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador, dijo desconocer el proyecto en detalle; sin embargo, agregó que el sistema financiero ha venido funcionando bien. “Hemos recibido el apoyo de la banca. No creo que sea necesaria una reforma legal; se debería manejar mejor el tema de las tasas de interés”.

Patricio Maldonado, presidente saliente de la Cámara de Agricultura de la I Zona, comentó que “hay que llegar a un equilibrio entre el proyecto de ley y el negocio de los banqueros. Ambos tienen sus excesos. Puede haber otras vías para bajar las tasas de interés. Los agricultores no han sido bien atendidos por la banca y creo que merecemos un mejor trato”.

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Teodoro Maldonado, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guayaquil, manifestó que “nos parece inconveniente que el Central dirija la política crediticia de la banca privada. No es técnico que ellos fijen lineamientos (como propone el proyecto del diputado León Febres-Cordero). Es momento para pensar cómo mejorar los créditos”.