El ministro del Interior de España, José Antonio Alonso, anunció hoy el aumento y la especialización de unidades policiales para combatir la violencia protagonizada por las bandas juveniles.

Alonso aseguró que este fenómeno, en el que están incluidas las bandas latinoamericanas, es un problema en toda España aunque tiene especial incidencia en Madrid y Barcelona.

Al responder en el Senado a una pregunta del Grupo Socialista sobre las medidas adoptadas ante el incremento de los delitos de bandas juveniles, Alonso dijo que la actuación de su Ministerio "se basa en la colaboración y la coordinación entre las diferentes administraciones, autoridades y cuerpos policiales implicados".

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El titular de Interior destacó que éste un fenómeno que preocupa "muy seriamente" al ministerio y que se prevé aumentar la presencia policial en las zonas donde es mayor la presencia de las bandas.

En este sentido, Alonso subrayó que en Madrid, donde este tipo de violencia ha aumentado considerablemente, se duplicaron a lo largo de este mes los efectivos policiales especializados y que hay dos grupos policiales específicos que investigan los hechos delictivos cometidos por estas bandas.

Además, Alonso afirmó que éste no es un problema que se deba combatir sólo desde el punto de vista policial, sino que al ser un problema social se potenciarán las actividades formativas y se crearán grupos especiales de respuesta.

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El ministro se refirió a un informe presentado la víspera por la Delegación del Gobierno en Madrid con datos sobre los actos delictivos de las bandas juveniles en la capital española.

Dicho documento analiza principalmente cuatro grupos violentos en la región madrileña: los neonazis, las bandas latinoamericanas, los antisistema y otros grupos o tribus urbanas de carácter vandálico como los grafiteros.

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En el caso de las bandas formadas por jóvenes latinoamericanos son las que cometen hechos delictivos más graves, los homicidios, mientras que los cometidos por los neonazis son los más numerosos con 91 casos.

Las bandas latinas más numerosas y las de mayor repercusión en la capital son las conocidas como los Latin King, con 352 integrantes identificados, y los Ñetas con 250 miembros.

También hace mención a las conocidas como los Dominican Dont Play y los Latinos de Fuego, a las que también investiga la Policía, que en total tiene identificados a 750 integrantes, a los que hay que sumar otros 704 individuos relacionados con ellas.

El informe atribuye a estos grupos 23 hechos delictivos en el 2004 en Madrid y 24 en lo que va de año.

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La mayoría de sus miembros son varones, ecuatorianos en un 80 por ciento pero también dominicanos, colombianos, peruanos e incluso algunos españoles, que se pelean por el control de sus "zonas de esparcimiento".

Según el Informe, en las bandas hay algunas chicas, que suelen ser las novias de sus miembros y que, en el caso de los Latin Kings, han adoptado el nombre de las Latin Queens.

El estudio considera que los pandilleros son hijos de familias "desestructuradas", cuyos padres a menudo los dejaron con parientes en su país de origen y, una vez los han podido traer a España, apenas pueden ocuparse de ellos porque trabajan todo el día.

Aunque cometen pequeños robos para comprar comida o por amedrentar, no viven del delito y, según la Policía, no representan un peligro de ataque para la población "porque sus rivalidades son entre ellos", según la explicación de un responsable de investigar a estas bandas urbanas.