El servicio secreto de Colombia (DAS) capturó al presunto cerebro de un atentado con coche bomba que dejó 36 muertos y 170 heridos en un exclusivo club de Bogotá el 7 de febrero de 2003, en un hecho  atribuido a la guerrilla de las FARC, informaron este martes las autoridades.

Fernando Arellán, supuesto integrante de la columna Teófilo Forero de las  FARC, fue detenido en la localidad de Espinal (150 km al sur de Bogotá) tras  varias semanas de seguimiento, dijo a la AFP una fuente del DAS (Departamento  Administrativo de Seguridad.

Arellán está acusado de transportar desde la región del Caguán (sur) hasta  Bogotá los explosivos utilizados en el ataque contra el club El Nogal, lugar de  reunión de la élite política y económica colombiana, la noche del 7 de febrero  de 2003, agregó el portavoz.

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El sindicado se hallaba realizando gestiones para cambiar su identidad y  poder salir de Colombia, precisó el reporte.

Un hermano del detenido, Oswaldo Arellán, y su sobrino John Freddy,  profesor de squash y socio del club, fueron los encargados de ingresar el  automóvil bomba a la sede social y murieron en el atentado, en el que se  utilizaron unos 150 de kilos de explosivos, según los investigadores.

Al parecer los dos fueron engañados, pues el vehículo debía explotar 20  minutos después de ser ingresado al estacionamiento, dijeron las autoridades.

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Las pesquisas apoyadas por Estados Unidos atribuyen el hecho a las Fuerzas  Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Pero el grupo rebelde -el principal del país con unos 17.000 efectivos-  negó las acusaciones, pese a lo cual fueron llamados a juicio como autores  intelectuales los siete miembros de la cúpula guerrillera liderada por el  septuagenario Manuel Marulanda ( Tirofijo ).

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En desarrollo de las pesquisas, las autoridades ya habían capturado a tres  presuntos responsables y librado varias órdenes de arresto. La mayoría de los  sospechosos pertenece a la columna Teófilo Forero, un comando élite de las  FARC.

Según el expediente -algunos de cuyos apartes han sido divulgados por la  prensa- el grupo armado gastó 30.000 dólares en la planificación del ataque,  uno de los de mayor impacto en la historia reciente de Colombia.