Con su rostro ensangrentado y en estado de shock, el pequeño Luis Alfredo Matute Villegas, de ocho meses de edad, llegó la noche del domingo pasado a la casa de su abuela minutos después de que su padre asesinó de un tiro en el cuello a su madre, mientras ella lo tenía en sus brazos.

Ocurrió a las 22h30, cuando Miriam Estefanía Villegas De la Rosa, de 17 años, fue raptada por su conviviente Luis Matute (21 años) al salir, junto con su hijo, de la casa de su madre Miriam De la Rosa -ubicada en las calles Colombia y Guerrero Valenzuela- para ir a una farmacia a comprar un tarro de leche para el menor.

Villegas se separó de Matute hace tres días debido a los maltratos que recibía “porque el hombre era muy celoso y no la dejaba salir nunca de su casa”, aseguró Gregoria Lainez, abuela de la víctima.

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Esa noche, contó ayer Yahira Naranjo, prima de la fallecida, Matute interceptó a Villegas en una moto, junto a un sujeto no identificado, y la llevó a la fuerza hasta su domicilio, situado en Azuay y Babahoyo, donde la pareja vivió un año y medio, y le reclamó su decisión de abandonarlo.

Tatiana Cárdenas, también prima de Villegas, relató que  la víctima sostenía entre sus brazos a su hijo cuando Matute, por los efectos del alcohol, perdió la razón y le disparó en la parte izquierda del cuello.

Uno de los vecinos (a quien identificaron como Geovanny) entró a la casa y vio al niño “que gritaba desesperado. Él lo trajo a donde mi abuelita bañado en sangre y dijo que a Luis se le había escapado un tiro de su pistola”, indicó Cárdenas.

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Miriam De la Rosa recordó indignada que Matute llevó el cuerpo de su hija al hospital Luis Vernaza asegurando que era su hermano “pero yo llegué y frente a los policías lo señalé como el responsable”.

El supuesto asesino fue detenido y trasladado a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G) para investigaciones.

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La mañana de ayer, los vecinos de la pareja Matute-Villegas miraban la pared de la casa 1705 de las calles Azuay y Babahoyo donde está dibujada con marcador una corona de cinco puntas y escrita la palabra King Matute L.K. (Latin King).

Uno de ellos, el técnico en refrigeración, Humberto Alvarado, aseguró que “el chico no tenía pinta de pandillero y no se metía con nadie”.

Rosy Vallejo, quien vive frente a la casa de Miriam De la Rosa, no pudo dormir la madrugada del lunes pasado escuchando llorar al pequeño Luis Alfredo Matute, quien vivirá con su abuela “sin que sepa cómo murió su madre”, aseguró Cárdenas.