El primer ministro israelí, Ariel Sharón, ordenó ayer la operación Primera Lluvia, guerra no declarada contra las facciones islámicas palestinas para impedir bombardeos de Hamas a Israel, la que mató a dos líderes de ese movimiento.

Mientras, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que los ataques israelíes en la franja de Gaza son “injustificados”.

La ofensiva truncó la esperanza de que el recién concluido retiro israelí de Gaza ayude a reanudar las conversaciones de paz, y dejó una tregua de siete meses a punto del colapso.