Un nuevo hostigamiento guerrillero se produjo la noche del miércoles pasado en el sector colombiano de Chiles, fronterizo con el poblado ecuatoriano de Tufiño, sin dejar víctimas o heridos, pero sí, mucho miedo y terror entre los habitantes de la frontera común.

El enfrentamiento armado duró cuatro horas, desde las 20h00 hasta las 24h00.
Los habitantes del  lugar afirman estar cansados de vivir en medio del conflicto.
“Los sonidos de proyectiles y granadas nos aterrorizan y no sabemos dónde meternos, a veces nos da ganas de meternos debajo de la tierra, pero no podemos”, comentan los chilenses, que temen dar sus nombres.

Del lado ecuatoriano, el teniente político de la parroquia, Renán Játiva, asegura que nada ha pasado, mientras que en el país vecino, el Ejército colombiano envió 30 hombres del Batallón móvil contra guerrilla a reforzar a los militares del corregimiento, donde los insurgentes del Frente 29 de las FARC  intentan amedrentar a los policías que llegaron en el 2003.