Los caficultores de todo el mundo deberían unir fuerzas con el fin de negociar un precio más elevado para los productores, dijo el sábado el presidente Luiz Inacio Lula da Silva en una reunión mundial de países que cultivan el grano.
  
Una buena parte del precio que se cobra en las tiendas por el café va a los que lo procesan y a los distribuidores, y no a los que lo cultivan en los países en desarrollo, dijo Silva en la inauguración de la 2da Conferencia Mundial del Café de la Organización Internacional del grano, efectuada en Salvador, a 1.210 kilómetros al noreste de Río de Janeiro.
    
No es posible que países que no producen un solo grano de café ganen aproximadamente lo mismo a partir de él que los países productores, declaró a la agencia noticiosa estatal Agencia Brasil.   En un sentido, esto sólo ocurre porque somos pasivos.
  
Brasil es el mayor productor y exportador de café del mundo por volumen.
  
Los precios internacionales del grano se desplomaron del 2000 al 2004, debido a una excesiva oferta y grandes reservas. Muchos agricultores gastaban más para producir café de lo que les pagaban los compradores.
  
Silva dijo que los que lo cultivan deben aprender a subsidiar el café para añadirle valor antes de enviarlo al extranjero, y deberían estar listos para luchar con el fin de que los precios suban y para obtener una mayor porción de las ganancias.
 
Y Brasil no aceptará menos que otros países que lo cultivan, señaló.
    
No podemos permitirnos ser víctimas porque producimos un poco más, dijo.  

Los países consumidores tienen que entender la necesidad de sentarse a la mesa para una negociación, en la que el precio sea conmpartido de forma que el café se convierta en generador de más dinero.
  
La Organización Internacional del Café no intervendrá en los precios del mercado pero respalda las negociaciones, dijo Néstor Osorio, director ejecutivo del organismo.
    
Ya no es cuestión de si se regula el mercado por medio de la intervención, sino de formular políticas y tomar acciones que puedan influenciar las variables que lo determinan, dijo Osorio.
 
El presidente colombiano Alvaro Uribe dijo que la sólida industria cafetera de su país ayudó a impedir el crecimiento del narcotráfico.
  
Más de 1.000 especialistas en café y delegados de 60 países asisten a la conferencia de dos días, que concluye el domingo.