Las autoridades mexicanas destruyeron el martes pasado 31 inmuebles abandonados en la frontera con Estados Unidos, dentro de la población de Las Chepas que ha sido un lugar de operaciones para el tráfico de inmigrantes y drogas, informó la oficina del gobernador de Nuevo México.
El mes pasado el gobernador Bill Richardson y su homólogo del estado mexicano de Chihuahua, José Reyes, acordaron la demolición de los inmuebles.
Richardson declaró un estado de emergencia en cuatro condados fronterizos de Nuevo México, medida a la que se sumó Arizona para combatir la inmigración ilegal.