La seguridad y confianza en sí mismo son características presentes en la personalidad del guayaquileño Hubert Ramos, quien será el primer balletista varón en incorporarse en el Instituto Raymond Maugé Thoniel que celebra hoy sus 25 años de creación con una sesión solemne  en la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas.

El bailarín indica que sin esas virtudes no hubiera llegado hasta donde se encuentra, en el último año de su carrera artística. En enero 20 del 2006 obtendrá su título de balletista, dice orgulloso al estar cerca de alcanzar el diploma que lo certifique como tal.

Ramos, de 33 años y hermano de 5 varones y 2 mujeres, fue desde pequeño deportista. Le gustaba practicar    atletismo. Al finalizar su bachillerato se inclinó por estudiar para ser terapeuta físico y publicista.

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En 1992  ingresó a la Casa de la Cultura para aprender ballet. Allí estuvo  hasta 1993. Comenta que se retiró porque su cargo de asistente de mercadeo en una empresa privada le exigía movilizarse a otros lugares  del país, por lo cual  perdía muchas clases.

Pero por sugerencia  de  amigos regresó al ballet en 1995, cuando se inscribió en el Instituto Raymond Maugé Thoniel. Todos ellos se  retiraron y él fue el único que se tomó en serio la carrera de bailarín.

En 1998 se presentó por primera vez ante un numeroso público y como aquella vez, confiesa, procura dar siempre lo mejor de sí. “Me convierto totalmente en el personaje que interpreto. Soy el amante, el luchador, el bueno, el malo”, acota.

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Martha Rizzo y Gioconda Minervini, maestra y directora del Raymond Maugé, respectivamente, son los principales pilares de su formación. Ramos es muy riguroso en su alimentación, no ingiere licor y disfruta trotar. No le preocupan los prejuicios.