En el sector se observan cultivos y letreros sobre obras realizadas por los alcaldes de Cuenca y Naranjal.

El cálido clima, la espesa vegetación y los cultivos denotan la riqueza del sector que une a las provincias de Guayas y Azuay; pero la falta de atención de las autoridades impide un desarrollo próspero de esta población, que no tiene demarcación limítrofe.

El problema mayor está en la zona de la cooperativa Luz y Guía, creada el 14 de septiembre de 1973, y que pertenece a Zhagal, una parte de Cuenca.

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Allí habitan 74 pobladores de nacionalidad Shuar que aseguran pertenecer a la provincia costera, según su líder Julián Mashua. Este criterio es contrario al de Sonia Flores, presidenta de Luz y Guía, quien asevera que los shuaras pertenecen a su organización desde que fueron adjudicadas las tierras a la cooperativa.

Esta división de criterios se acrecienta ante la falta de delimitación de una franja territorial, responsabilidad que aún no se resuelve entre los gobiernos de Guayas y Azuay, lo cual provoca enfrentamientos entre pobladores.

Según versiones de ambas partes, el 17 de abril pasado las viviendas de cuatro moradores fueron incendiadas por parte de la comunidad shuar.

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Mashua no descartó lo ocurrido y su responsabilidad, pero se limitó a explicar el por qué argumenta que su nacionalidad es autónoma y que sus juzgamientos se remiten a prácticas ancestrales.

En los territorios ocupados por los shuaras existe un manantial de aguas termales que desde hace una década se promociona turísticamente con piscinas y cabañas. En ese lugar el alcalde de Naranjal, Ruperto Espinoza Rivas (PSC), colocó baterías sanitarias y edificó una escuela con una sola aula para la educación bilingüe de los niños de nacionalidad shuar.

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Espinoza, quien ejerce su tercera administración, asegura que esas tierras pertenecen a su jurisdicción y que por eso construyó las obras. “Si existen los problemas y enfrentamientos es por culpa de los prefectos”, sentencia.

Este alcalde y el dirigente shuar afirman que los límites se demarcaron con la cantonización de Ponce Enríquez, pero que la población está alejada del sector del conflicto.

Sin embargo, el procurador síndico del Consejo Provincial de Azuay, Carlos Castro, dice que todo el territorio adjudicado a la cooperativa Luz y Guía pertenece a la provincia serrana y que la comunidad shuar usa ese territorio.

Reconoce que existe una zona no delimitada, pero expresa que los prefectos, Nicolás Lapentti (Guayas) y Paúl Carrasco (Azuay), buscan solucionar el problema con un plan turístico biprovincial.

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Mientras eso ocurre, continúan los enfrentamientos. Sergio Llivisupa, dirigente de las comunidades que conforman la cooperativa Luz y Guía: Caamacho, Zhagal, Abdón Calderón y 1 de Mayo, argumenta su teoría presentando documentos y escrituras, situación que no ocurrió con los comuneros shuaras.

La única vía de ingreso al poblado de Zhagal es la que conduce de Cuenca a Naranjal y luego unos siete kilómetros de camino vecinal, que en algunas ocasiones lo mantiene el Consejo Provincial del Azuay y en otras la Municipalidad de Naranjal (Guayas).

Por esta razón, unos pobladores dicen pertenecer a Guayas y otros al Azuay, incluso hay quienes perteneciendo a Zhagal afirman que sus territorios son del cantón Ponce Enríquez (Azuay).

En el sector, donde se cultiva yuca, maracuyá, café, cacao y plátano, se observan letreros de obras realizadas por los alcaldes de Cuenca y Naranjal.

Las 2.428 hectáreas adjudicadas por el Instituto Ecuatoriano de Reforma  Agraria y Colonización (Ierac) se distribuyeron entre una veintena de familias, entre estas cuatro de la comunidad shuar.

Luego estas fueron desplazadas de sus propiedades por las nuevas generaciones y no pueden regresar, pese a que las únicas escrituras encontradas están a nombre de quienes suscribieron el convenio con el Ierac en 1973.

CONFLICTO

TURISMO
La laguna de aguas termales que se encuentra en la comuna shuar es visitada por decenas de turistas nacionales y extranjeros especialmente los fines de semana.

RITUALES
A más de disfrutar de las aguas termales los visitantes pueden observar rituales ancestrales de los shuaras como bailes, danzas y  pueden ser sometidos a una limpia

OTROS SITIOS
Por la zona también se encuentra el balneario de Aguas Calientes.