Una radiografía al brote del populismo en América Latina mostraría como origen los problemas en las instituciones y estructuras de los partidos políticos, según un veterano diplomático que se apresta a ser confirmado como subsecretario de Estado para las Américas.
    
En muchos países que han visto alzarse el populismo, los estados tienen cobertura limitada y en gran parte del territorio no existen, afirmó Thomas A. Shannon el miércoles en una audiencia vespertina de confirmación en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
  
A pedido del senador Christopher Dodd, Shannon abordó el populismo desde una perspectiva global luego que el legislador demócrata le hiciera notar que Washington hablaba mucho del éxito de la democracia cuando en la mayoría de países hasta un 65% quisiera cambiarla por bienestar económico y seguridad personal.
  
Shannon, quien tiene un doctorado en Oxford y asegurada su confirmación en el cargo, dijo que no compartía esa apreciación porque   bienestar económico y seguridad personal sólo se logran con más democracia.
  
Indicó que mirar el brote del populismo en toda la región era encontrarse con que los partidos políticos latinoamericanos   han sido incapaces de expandir su representación para satisfacer el ingreso de nuevos tipos de sectores sociales a la vida política.
  
A partir de allí surgieron figuras marginales que han explotado el   atractivo recurso de hablar de una mayor representación que las estructuras políticas tradicionales.
  
Dijo que en Estados Unidos se vivió un proceso similar con el surgimiento de figuras populistas como Ross Perot, en la década pasada, pero   nuestra estructura partidista encontró la forma de contenerlas, la forma de ser inclusiva, lo cual no se ha dado en la región.
  
Shannon, quien reemplazaría en el cargo a Roger Noriega y viene de ser asesor de seguridad nacional en asuntos del Hemisferio Occidental, hizo notar que la transición regional de dictaduras hacia la democracia   si bien es un gran logro, ha ocurrido rápidamente.
    
Debido a que ha ocurrido rápidamente, todos los países, en un grado u otro, están frente a diferentes tipos de dolores institucionales o constitucionales y hacen intentos de expandir la democracia y adaptar instituciones que históricamente se centraron en pequeños sectores de las sociedades.
  
Aquellos que se quedaron marginados, dijo,   no sólo no recibieron atención en sus demandas sino que simplemente fueron silenciados o por la naturaleza de gobiernos autoritarios o por todo lo relacionado con el control de la riqueza.
  
En medio de esta situación, según Shannon, se produjo el avance de la globalización y la apertura de las economías generando   cambios drásticos en las estructuras internas de los países y de los sectores sociales desatendidos por los gobiernos.
  
Consecuentemente, la región está pasando por un momento en que muchos países están frente al reto de cómo extender los beneficios de la democracia de tal forma que se mantenga la integridad de las instituciones democráticas y los procedimientos institucionales en un entorno global que es muy exigente y competitivo.
  
Shannon dijo que algunos países del Hemisferio lo están haciendo mejor que otros y el resultado tiene mucho que ver con el trabajo en el pasado reciente en sus estructuras sociales, instituciones y su propia tradición cívica, y que ello se ha visto de manera especial en Chile, Brasil, Uruguay y Argentina.
    
Argentina ha pasado por un terrible colapso económico, similar a nuestra depresión (de los 30), dijo Shannon. Pero Argentina,   con todos sus recursos internos y la capacidad de sus instituciones, pudo adaptarse a los cambios, conservar el engranaje político y social y poner al país en el curso en que está hoy.
  
Dijo que en la región andina el reto se relaciona más bien con   la división social y mencionó especialmente a Bolivia donde hay una población indígena grande que   históricamente ha sido marginada.
    
El reto que tienen esos países y nosotros como socios más importantes de ellos es cómo hallamos formas de abrir esas sociedades, de abrir instituciones a fin de permitir y demostrar que la democracia puede atender las necesidades de los indígenas, dar cabida a comunidades tradicionales y a la vez expandir el estado y los beneficios del gobierno nacional a todo el territorio.
  
Preguntado por el senador Norm Coleman, presidente del subcomité de asuntos para el Hemisferio Occidental ante el cual comparecía Shannon, si el libre comercio promovido por Washington podía ayudar a resolver el problema, Shannon no se mostró entusiasmado, sino que comentó que los tratados comerciales deberían ser tomados como un   inicio importante para crear oportunidades para un mayor acceso a los mercados estadounidenses, atraer inversiones y cimentar el respeto a las reglas del juego.