Una turbiedad en la atmósfera, visible desde inicios de esta semana, se mantiene en los alrededores de Quito, por las emisiones del volcán El Reventador.

El Instituto Geofísico indicó ayer que esa actividad se mantiene desde noviembre pasado, cuando empezaron pequeñas erupciones. Pero, señaló que no existe peligro.

Lo que sí explicó el Instituto es que estas emisiones, por acción del viento, pueden ser arrastradas hacia Quito.

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La Corpaire (Corporación que mide la calidad del aire) no registra niveles de contaminación ni caída de cenizas, aunque según el Instituto, el martes pasado en el sector de Baeza hubo una leve ceniza.