El pasado fin de semana tres buzos especialistas en rescate de embarcaciones hundidas ubicaron los tanques de combustible del barco de turismo Darwin Explorer, que naufragó el 13 de este mes a 500 yardas de Puerto Ayora.

El casco de la nave que antes de sumergirse tenía abordo a 16 turistas holandeses y 9 tripulantes y que se fue a pique cuando cayó sobre su popa (parte posterior) una de las pangas para trasladar a los pasajeros a puerto; aún permanece en el lecho marino junto con sus tres tanques de diésel y cuatro de agua.

El propietario del Darwin Explorer contrató a los tres buzos de la infantería de marina expertos en rescates, para que ubiquen el casco y sellen los tanques de combustibles para evitar que salga más diésel a la superficie marina, señaló ayer Mario Piu, jefe de recursos marinos del Parque Nacional Galápagos (PNG).

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Piu dijo que el lunes pasado se reunió con el capitán del puerto de Santa Cruz y el administrador del barco a quien se le exigió que continúe con el cronograma de las operaciones de rescate de los restos del Darwin Explorer en la superficie y en el fondo del mar.

“Es emergente hacer reflotar los tanques de combustible, pero de una manera técnica y profesional”, indicó el jefe de recursos marinos.

La Fundación Charles Darwin y el PNG continúan con el control de la evolución biológica del área donde se regó diésel durante el hundimiento.

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Los resultados del impacto ambiental no se pueden determinar a corto plazo ya que los síntomas por intoxicación con diésel en las especies marinas y terrestres se manifiesta lentamente, informó un experto de la Fundación Charles Darwin.