El presidente de la República, Alfredo Palacio, pidió el domingo a las Naciones Unidas un análisis fidedigno para determinar el impacto ecológico de las fumigaciones que Colombia está ejecutando cerca de la frontera común en su campaña contra el narcotráfico.

"A Ecuador le preocupa la controversial aspersión aérea de glifosato como herbicida para eliminar cultivos ilícitos en la cercanía de nuestras fronteras", dijo Palacio ante la Asamblea General, que este año coincide con el 60º aniversario de la organización. "Los estudios sobre su utilización adolecen de deficiencias técnicas y metodológicas", agregó. Por tanto, Ecuador solicita al sistema de las Naciones Unidas promover un análisis integral y fidedigno que determine el impacto real de dicha aspersión.

Palacio ha pedido ya al gobierno colombiano del presidente Álvaro Uribe que suspenda el rociado aéreo con glifosato alegando que estaba ocasionando contaminación en fuentes fluviales y la vegetación en territorio ecuatoriano.

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Colombia ha asegurado que el glifosato afecta sólo a cultivos de droga, por lo que no debe existir preocupación en Ecuador.

La posición ecuatoriana ha sido interpretada en algunos círculos de Washington como una falta de colaboración con la campaña internacional contra el tráfico de drogas de parte del gobierno de Palacio, a quien se le suele señalar también como un aliado del presidente venezolano Hugo Chávez.

"Ecuador considera indispensable acogerse al principio de precaución", dijo Palacio mencionando que el país era parte de varias convenciones internacionales sobre desarrollo y medio ambiente. En ese sentido, agregó, ha solicitado a Colombia la suspensión de aspersiones en una franja de 10 kilómetros al norte de nuestra frontera.

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El canciller Antonio Parra dijo en Quito que con esa posición Ecuador no está impidiendo la lucha contra las drogas sino que "trataba que no se envenene a mi gente".

Ecuador y Colombia comparten unos 640 kilómetros de frontera.