Ciertas empresas de telefonía móvil a sus clientes los toman como una burla.
El 2 de julio adquirí un teléfono celular que desde el principio tuvo muy mal funcionamiento, vino dañado de fábrica. Me he acercado en varias ocasiones llevando ese teléfono al servicio técnico y no me han ayudado en nada.

El teléfono celular me lo han devuelto todo golpeado. Me dicen primero que ya perdió la garantía y después, que me regalarán uno. No sé qué sucede, nadie quiere darme una solución definitva. Me tienen con engaños, ni siquiera las políticas de la compañía sirven porque son a beneficio de ellos. El servicio es pésimo, la atención es pésima, todos se lanzan la pelota y no dan solución. En pocos palabras, son teléfonos desechables. Llevo así ya un mes detrás de esto.
¿Cómo es posible que compañías intenten penetrar en el mercado con una calidad de esta magnitud, en la que solo se demuestran falencias?

Karem Moscoso Valladares
Guayaquil