Nueva Orleans espera hoy a los primeros ciudadanos autorizados a regresar para participar en las operaciones de reconstrucción, mientras que la puesta a punto de las  edificaciones podría llevar meses.

Tres semanas luego del paso del huracán Katrina, el alcalde de Luisiana, Ray Nagin, decidió permitir el ingreso desde el lunes pasado de cerca de 180.000 habitantes a la ciudad, que contaba con 485.000 habitantes antes de la  catástrofe.

Impacientes, los comerciantes del centro comenzaron el viernes a abrir sus locales en el barrio francés, limpiarlos y hacer un recuento de las pérdidas.