Cada vez que un ciudadano estaciona su vehículo en la calle se topa con esos sujetos llamados cuidacarros, quienes se han adueñado de la vía pública y cobran uno o dos dólares por permitir estacionarse.

Uno no los contrata, simplemente debe pagar por un servicio que no solicita y no está normado en nuestro país, y de negarnos a aceptarlo, estos señores rayan los automotores   y hasta rompen los vidrios para robar lo que hay en el interior.

¿Qué ocurre si aparece un ladrón?  Los cuidacarros son los primeros en esconderse, esto si es que no actúan en complicidad con los pillos, por ese motivo no garantizan en absoluto la seguridad de los vehículos. La Policía debería hacer batidas para apresarlos.

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Ing. Chárbel Saab Negrón
Guayaquil