El otorgamiento del pasaporte peruano al ex presidente Alberto Fujimori en el consulado de Tokio generó malestar en Perú.

Dirigentes políticos dijeron que su condición de prófugo de la justicia no le daba derecho a obtenerlo, al tiempo que consideraron poco probable que regrese al país.

Fujimori, quien tiene también la nacionalidad japonesa, recibió el documento el pasado martes en Tokio.

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Dirigentes políticos y funcionarios judiciales señalan que el ex mandatario (1990-2000) intenta generar un efecto político hacia las elecciones de 2006 y consideran poco posible que regrese al Perú.

El congresista José Barba consideró que “Fujimori es un  cobarde que se escuda en su doble nacionalidad” y lo desafió a que regrese al país para someterse a la justicia. “Está jugando con su militancia y creándole falsas expectativas”, ironizó el parlamentario.

Otro congresista, Alcides Chamorro, también consideró que el pasaporte servirá para apoyar candidaturas legislativas que se presentarán a las elecciones en su nombre.

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Fujimori señaló en Tokio que el pasaporte “es la prueba evidente de que soy 100% peruano y que estoy en condiciones de prepararme para el próximo año”, en referencia a las elecciones de abril de 2006.

Pero la Procuraduría considera que su peruanidad implica que puede ser extraditado y que ejerce la nacionalidad japonesa para esconderse y huir de la justicia peruana.

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El ex mandatario está acusado de delitos de lesa humanidad por su presunta responsabilidad en el asesinato de 25 personas a manos de grupos paramilitares en 1990 y 1992.

También se le atribuye falsificación y desfalco de fondos públicos por el pago de una compensación de quince millones de dólares a Vladimiro Montesinos, el ex jefe de Inteligencia de Perú, quien se encuentra en prisión.

El Congreso peruano inhabilitó a Fujimori para ejercer funciones públicas hasta el 2010 y las autoridades electorales no se han pronunciado sobre su posible candidatura, porque aún no la presenta.