Unas 64 carpetas de familias de los emigrantes desaparecidos en el naufragio del pasado 13 de agosto, se receptaron  en la oficina de la Gobernación del Azuay, para ser tomadas en cuenta en proyectos de ayuda.

Ayer fue el último día de recepción de documentos de los afectados, especialmente de mujeres, quienes contaron sus historias de deudas y causas por las que necesitan el apoyo ofertado por la Gobernación,  Pastoral Social, Municipalidad y Defensoría del Pueblo.

Lizardo Zhagüi, coordinador en la recolección de carpetas, dijo que además de las tarjetas índice y copias de cédula de identidad, las instituciones a cargo solicitaron que los perjudicados adjunten una denuncia sobre la desaparición de los emigrantes que servirá para adjuntar a la denuncia presentada por la Defensoría del Pueblo ante la Fiscalía.

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Mañana, a las 10h00, en el vestíbulo de la Municipalidad de Cuenca, se entregarán los víveres donados en la radiomaratón del pasado jueves y las 700 raciones alimenticias que el lunes entregó el Ministerio de Bienestar Social.

Los 33 mil dólares recaudados servirán para apoyar en el área educativa y se iniciará un proceso microempresarial, indicó César Guerra, director de Acción Social Municipal.

Mientras, la Gobernación del Azuay aún no ha cumplido la oferta a Julio Sisalima, uno de los nueve sobrevivientes del naufragio, de entregarle una Tenencia Política. El nuevo gobernador, Pedro Vintimilla, dijo desconocer el caso y “que averiguará”.