Como ecuatoriano y guayaquileño que soy he visto con mucho agrado ondear en varias partes del país nuestras banderas patrias.

Sin embargo, el encanto se acaba al observarlas detenidamente; parece que quienes las hicieron se conformaron con juntar unos pedazos de tela, sin importar la esencia de nuestros símbolos.

En el caso de la Bandera del Ecuador, muchas veces se la observa sin el Escudo que nos distingue de la colombiana y venezolana. En el caso de la Bandera de Guayaquil, unas tienen estrellas y otras no.

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No quisiera generalizar porque hay excepciones, sin embargo, parece que quienes ordenan que las hagan, quienes las hacen y quienes las observamos (público, medios de comunicación, autoridades, etcétera), no nos hemos percatado de eso.

Homologuemos nuestros símbolos patrios; de no ser así, no se podría ni se debería ondear un símbolo que no corresponde a nuestra identidad.

Ing. Víctor Urquiza Salcedo
Guayaquil

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Soy ecuatoriano; todavía amo a mi país y por eso doy todo mi aporte para engrandecerlo desde mi función de docente. Por eso me indigna el irrespeto a los símbolos patrios.

El 3 de septiembre, en un comisariato del sur todas las cajeras vestían camisetas de una empresa cervecera con sus colores y logotipo, y lo que no se pudo aceptar era que en la cabeza llevaban un cintillo con los bellos colores de la Bandera del Ecuador, y en la franja amarilla –exactamente en la frente– estaba impreso el nombre de esa marca.

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¿Quién autorizó ese atropello? ¿Cómo es posible que esa ofensa se haya permitido a una empresa que expende licor?

El Ministro de Educación y Cultura debe investigar el mal uso de los colores patrios y prohibir propagandas de esa forma.

Dr. Rodolfo Pinzón Bravo
Guayaquil

En algunos sitios, instituciones particulares, etcétera, se observan nuestras Banderas del Ecuador y de Guayaquil desteñidas, rotas y sucias. Así no se debe mostrar un símbolo patrio.

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Juana de López
Guayaquil