El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo este miércoles a la ONU que el mundo debe afrontar los problemas que llevan a los oprimidos a ejercer el terrorismo, porque "no puede haber seguridad en mirar hacia otro lado".

Bush, quien destinó fuerzas militares a luchar contra el terrorismo desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, reconoció ante la cumbre por el 60 aniversario de las Naciones Unidas que la guerra contra el terrorismo "no se ganará sólo por la fuerza de las armas".

"La lección es clara. No puede haber seguridad en mirar hacia otro lado o buscar una vida tranquila ignorando las privaciones y opresiones de otros. O se extiende la esperanza o se extenderá la violencia y debemos tomar el lado de la esperanza", dijo Bush.

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Bush pronunció su discurso mientras afronta el nivel más bajo de aprobación de su mandato, debido a la lenta respuesta federal al desastre ocasionado por el huracán Katrina y el rechazo a la guerra de Iraq, donde decenas de personas murieron el miércoles en ataques suicidas con bombas.

"En este joven siglo las cuatro esquinas del mundo están vinculadas más fuerte que nunca antes y ninguna nación puede permanecer aislada e indiferente a las luchas de otras", dijo Bush.

"Cuando un país o región está repleto de deseperación y resentimiento y es vulnerable a ideologías violentas y agresivas, la amenaza circula fácilmente a través de océanos y fronteras y puede amenazar la seguridad de cualquier país pacífico", agregó.

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Bush, quien no pudo conseguir el apoyo de las Naciones Unidas para invadir Irak, agradeció los ofrecimientos de ayuda de diversos países para contrarrestar los efectos del paso del huracán.

"Su respuesta, como la respuesta al tsunami del año pasado, ha demostrado una vez más que el mundo es más compasivo y esperanzado cuando actuamos juntos", concluyó.