“Bueno, ya está hecho, Maradona, el gran Maradona, ya no está entre nosotros.
El futbolista genial acaba de completar su metamorfosis en un mediocre animador de televisión”, Raúl Fain Binda, el brillante columnista deportivo de BBC Mundo, comentaba de esa forma el show televisivo de Maradona y en especial las ganas de confesar “pecadillos” como el de la “Mano de Dios”, en aquel famoso juego con los ingleses.

El domingo se estrenó en el Ecuador ‘La noche del Diez’ por Gamavisión. Llega con un retraso de un mes, pero su desembarco en nuestra televisión era cuestión de tiempo, algo casi inevitable. La demostración es que Gamavisión ha hecho un buen negocio: el programa, buenos auspicios comerciales y cada uno de los segmentos cuenta con sus patrocinadores, algo inusual para cualquier programa que empieza a emitirse.

En el campo estrictamente televisivo se trata de un “show” impresionante, donde no se escatimaron esfuerzos para cobijar a Maradona con amigos y “enemigos” íntimos que le dieran la confianza que requería su debut. Ya lo describían los corresponsales que estuvieron esa noche del 15 de agosto en el set de televisión: “Cuatro directores de cámara, una minicancha de fútbol en el estudio, una pantalla gigante única en Sudamérica, cinco secretarias... El debut de Diego Maradona como conductor de su programa de televisión comenzó con todo”.

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Abrumadoras emociones, nada más
La espectacularidad de la puesta en escena no debe hacer que olvidemos cosas importantes: se trata de un programa de autohomenaje. Maradona no solo es el presentador sino el protagonista principal. Es más, mucha gente verá ‘La noche del diez’ para comentar: “¿Viste cómo está Maradona?”. La hiperproducción, entonces, es para dotarle de interés a algo que pudiera aburrir a la media hora porque Raúl Fain Binda tiene toda la razón: Maradona ha pasado de ser un genial jugador de fútbol a un mediocre presentador de televisión.

Lo segundo es que el programa se fundamenta en lo emotivo, los contenidos de otro tipo hacen agua, pues ni Maradona ni Goyco (Sergio Goycochea) son medianamente buenos entrevistadores y/o comentaristas, esto fue notorio en el segmento de invitados en el living, pero fundamentalmente en el encuentro con Pelé. La presencia de Goycochea (con experiencia en televisión) es digna de mención: está ahí para sostener a Maradona frente a eventuales errores, pero su aporte en los puntos débiles del “show” es mínimo.

‘La noche del diez’ tiene una estructura de un típico “night show”, pero la misma no siempre encaja con las variantes futboleras que son, a la vez, su fortaleza y atractivo. Así, los invitados en los sofás del living están absolutamente desaprovechados y bien no pudieran estar, sino fuera porque algunos de ellos después juegan partidos de fútbol-tenis (Gabriela Sabatini, Ricardo Darín y Gabriel Batistuta) y cantan (Diego Torres). Mientas la actriz italiana Maria Grazia Cucinotta (protagonista de El Cartero) desapareció del escenario sin más ni más.

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Lo espectacular y lo emotivo abruman en ‘La noche del diez’: cartas de los fans del Diego, películas, fotos, los artistas argentinos cantando a coro la vida del 10…
Habrá que ver si para cualquier televidente, fuera de la Argentina, 12 programas (eso durará el primer ciclo) de autohomenaje de Maradona seguirán siendo atractivos; o si ‘La noche del 10’ evoluciona hacia contenidos de más peso.