El concurso de oposición y merecimientos para llenar vacantes en la Función Judicial se basa en un reglamento, según Germánico Maya, presidente de la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura.

En los estatutos se establece que el proceso comienza con un llamado a los interesados a través de la prensa, en donde se fija la fecha para la recepción de los documentos, que luego son calificados en la Comisión y Dirección Nacional de Personal.

Quienes califiquen en merecimientos son llamados nuevamente para que se presenten al examen de oposición. Ese día el aspirante llena sus datos personales y con la presencia de un vocal del Consejo Nacional de la Judicatura y los delegados distritales recibe un listado de aproximadamente cuatrocientas preguntas para cada uno de los cargos vacantes.

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El aspirante escoge diez preguntas, que son dictadas ese momento. Una vez concluido el examen se receptan las hojas y en sobre cerrado se las lleva a Quito al Consejo Nacional de la Judicatura para su calificación, donde intervienen los vocales principales.

“Una vez obtenida la calificación se elabora un listado de quienes ocuparon los tres primeros lugares. Esa terna se la envía a las cortes superiores para que allí se realice la designación”, explica Maya.