En el tema salarial, los gobiernos de Lucio Gutiérrez y de Alfredo Palacio se caracterizan, de acuerdo a las cifras oficiales, por privilegiar a militares, policías, médicos y profesores.

Desde el 2003, año en que Gutiérrez se posesionó con una promesa de cambio, se ha consolidado una tendencia: al menos $ 8 de cada $ 10 del gasto salarial van a esas áreas.

Gutiérrez anunció, en el 2003, una “economía de guerra”, para la cual emitió un decreto de austeridad (que congelaba los salarios), pero enseguida aceptó nuevas alzas. Esa excepción costó $ 156 millones más para el año siguiente.

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“Durante el 2003, los aumentos salariales se dieron en el contexto de la vigencia del  decreto orientado a congelar los sueldos y salarios de los empleados públicos y a limitar la creación de cargos burocráticos. En la práctica, la norma no se ha cumplido”, dijo  entonces el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

En el 2004, entró en vigencia la Ley de Unificación y Homologación Salarial, que –aunque se convirtió en argumento del Gobierno– solo restringió las alzas a la quinta parte de la burocracia. El resto: Fuerzas Armadas, Policía, Congreso, magisterio, cortes, superintendencias, organismos electorales y otros denominados autónomos hicieron prevalecer sus regímenes salariales.

En ese año se conocieron los “megasueldos” de autoridades del Central, de superintendentes  y de la directora del SRI, quienes recibían más de  8.000 dólares mensuales, sueldo del presidente de la República.

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La inconsistencia entre la austeridad salarial proclamada por los ministros Mauricio Pozo y Mauricio Yépez se desvaneció frente a lo que sucedió en la práctica: en el 2004, Gutiérrez subió los sueldos a maestros, médicos, policías y militares, a un costo global de $ 107 millones, según las cifras del Banco Central.

En este año, la historia se repitió con nuevos actores. En abril, Gutiérrez, tras aceptar nuevas demandas salariales, fue destituido y Palacio asumió con la consigna de “refundar” la República.  Luego, Rafael Correa, su primer ministro de Economía, aceptó una nueva alza para los médicos.

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Al 31 de julio el Estado se había comprometido a subir el gasto de personal de militares, policías, médicos, vocales del Tribunal Supremo Electoral, Ministerio Público, entre otros, por  $ 112 millones.

Los compromisos se extenderán hasta el 2006; la pro forma contempla alzas por $ 125 millones. ¿A quiénes? Igual que en los gobiernos anteriores, a militares, policías, maestros y médicos. El resto tiene congelado sus sueldos.