Roger Federer obtuvo el sexto título de Grand Slam de su carrera, el 9º del año.

Con una enésima exhibición de sangre fría y pasmosa tranquilidad, Roger Federer supo aplacar una arremetida de Andre Agassi para conquistar ayer su segundo US Open. El suizo revalidó así su corona en el cemento de Flushing Meadows y añadió un sexto título de Grand Slam a su vitrina de trofeos con una victoria por 6-3, 2-6, 7-6 (1) y 6-1, sellada con una devolución larga de Agassi.

Federer Express llegó a estar aturdido en algunos momentos por la resistencia del ídolo local de 35 años, pero fue como una locomotora al hilvanar siete puntos consecutivos en el desempate del cuarto set, a la postre el momento decisivo del partido.

El suizo estiró así a 23 su asombroso récord de triunfos consecutivos en finales, y tampoco conoce la derrota en seis finales jugadas de Grand Slam. “No sé cuál es mi secreto”, dijo un sonriente Federer tras levantar la copa de campeón del Abierto de Estados Unidos.

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El partido cumplió con las expectativas generadas al enfrentar a Agassi, toda una leyenda viviente del tenis, contra Federer, el indiscutido número uno del momento. En un principio, Federer parecía que se llevaba tranquilo el primer parcial, pero Agassi lo obligó a sudar, llegando a disputar un total de ocho sets points.

Agassi arrancó disparado en el segundo set, poniéndose 3-0 en un abrir y cerrar de ojos, y se quedó con el parcial para nivelar 1-1 el partido. Ello levantó de sus asientos a los casi 25.000 espectadores en el estadio Arthur Ashe, que animaban a Agassi en su empeño de ganar por tercer vez el Open.

El norteamericano parecía que le encontraba la vuelta al juego de Federer, pero este no perdió nunca la calma, sobre todo cuando el Kid de Las Vegas le quebró el servicio al promediar el tercer set.

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Defendió a muerte su saque para irse al tiebreak y la cuarta y última manga fue un verdadero paseo para Federer ante un Agassi rendido después de un gran despliegue físico de 2 horas y 20 minutos.

Mientras tanto, en la rama femenina, el maleficio se rompió. Luego de cinco intentos, la belga Kim Clijsters ganó el primer Grand Slam de su carrera al vencer el sábado por 6-3 y 6-1 a la rejuvenecida francesa Mary Pierce.

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Nunca hubo duda sobre el talento de Clijsters, quien ocupó alguna vez el primer lugar en la clasificación y llegó con 27 títulos ganados a cuestas, 6 de ellos este año.

Sin embargo, nunca había ganado uno de los cuatro grandes: perdió las finales de Roland Garros 2001 y 2003, el US Open 2003 y el Abierto de Australia 2004.

Todo fue antes de su lesión en la muñeca izquierda. Clijsters fue sometida a una operación en junio del 2004 para retirarle un quiste, y cuando volvió al circuito lo hizo con  actitud diferente, más decidida, y así lo demostró ante Pierce.

RÉCORD

2,2 MILLONES DE DÓLARES
Por ganar el US Open, Kim Clijsters se llevó un cheque de 1,1 millones de dólares. Pero también recibió otro por una cifra igual, debido a que ganó la Serie US Open, una cadena de cinco torneos en los que se incluye el Grand Slam neoyorquino.

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OTRO RÉCORD MUNDIAL
El premio de 2,2 millones de dólares obtenido por Clijsters constituye un otro récord mundial: es, desde ahora, la mayor bolsa otorgada en la historia del deporte femenino en competencias realizadas en el mundo.

ALCANZÓ A EDBERG Y BECKER
Con su triunfo de ayer, Roger Federer alcanzó a Stefan Edberg y Boris Becker en conquistas de torneos del Slam, y está a un título de John McEnroe y Mats Wilander. El récord de 14 le pertenece a Pete Sampras.