La justicia argentina detuvo y expulsó de la fuerza al policía que le disparó a quemarropa una bala de goma a un futbolista durante incidentes en un partido de la segunda división local, se informó el lunes.

El domingo, el defensor Carlos Azcurra, de San Martín de Mendoza, se desplomó en el piso tras recibir un balazo en la zona intercostal a menos de dos metros de distancia tras increpar a los policías que disparaban balas de goma y gases lacrimógenos contra simpatizantes de su equipo.

San Martín perdía 3-0 ante Godoy Cruz en el clásico de la ciudad.

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El policía, que según fuentes judiciales podría ser acusado de homicidio por abuso de función y uso de arma de fuego en grado de tentativa, fue separado de su cargo junto a los otros cinco agentes del orden que participaron de los incidentes.

Esos cargos pueden acarrear penas de hasta 25 años de prisión, señalaron fuentes judiciales.

Azcurra, de 28 años, fue llevado a un hospital aledaño al estadio Malvinas Argentinas donde se disputaba el partido, que fue suspendido a los 79 minutos.

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El futbolista fue inmediatamente intervenido quirúrgicamente porque la bala de goma, que penetró en su tórax, lesionó un tercio de su pulmón.

De acuerdo al último parte médico del hospital emitido el lunes, Azcurra "se encuentra hemodinámicamente estable, con asistencia respiratoria mecánica, pulmón derecho expandido y pronóstico reservado".

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"Cuando salió de mi casa (para ir a jugar el partido) lo hizo en perfecto estado de salud. Ahora, al salir de la cancha, me lo entregan medio muerto. Estoy muy triste por esta situación", dijo acongojada a una emisora local Fanny de Azcurra, madre del futbolista.

"Si el disparo iba un poco más arriba el desenlace pudo haber sido otro", explicó Carlos Bertona, médico del club San Martín.

"Azcurra pudo haber muerto en el acto", agregó.