Multitudes de palestinos jubilosos irrumpieron este lunes en los asentamientos judíos desiertos, incendiaron sinagogas y otros edificios abandonados en un festejo caótico del fin de 38 años de régimen militar israelí en la Franja de Gaza.

Los planes de la policía palestina de impedir el ingreso de las multitudes quedaron rápidamente olvidados. Grupos milicianos izaron banderas y dispararon al aire, dejando al desnudo la debilidad de los organismos encargados de velar por la seguridad en el caótico territorio.

Poco después del amanecer, la última columna de tanques israelíes salió de Gaza. Los soldados cerraron un portón de hierro e izaron su bandera, que habían retirado de su cuartel en Gaza, del lado israelí de la frontera.

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La misión está cumplida, ha finalizado una era, dijo el general de brigada Aviv Kojavi, el último soldado israelí que salió de la franja.

Mientras los soldados abandonaban Gaza durante la noche, los palestinos invadían los asentamientos abandonados y el cielo de Gaza se teñía de naranja con el resplandor de los incendios. Las mujeres chillaban de júbilo, jóvenes encendían petardos y las multitudes coreaban   Dios es grande.

Hoy es un día de alegría y felicidad de las que nuestro pueblo estuvo privado en el siglo pasado, dijo el líder palestino Mahmud Abbas, y agregó que les aguarda un largo camino hasta realizar su aspiración de tener un estado propio. Denunció el régimen israelí en Gaza como   agresión, injusticia, humillación, matanza y colonización.

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Hacia el mediodía la situación se había serenado, y palestinos curiosos recorrían los asentamientos, a medida que las sensaciones novedosas de libertad empezaban a cundir.

Desde anoche estoy en la calle por la única razón de respirar el aire de libertad, dijo Samir Jader, un agricultor del norte de Gaza que antes necesitaba autorización israelí para salir de su aldea, flanqueada por asentamientos. No sé qué nos traerá el futuro, pero al menos puedo entrar y salir de mi casa en cualquier momento.

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Los palestinos aspiran a construir su estado en Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental -tomados por Israel en la guerra de 1967-, pero temen que el estado judío no ceda más territorios. Dicen que la ocupación de Gaza no ha terminado porque Israel controla