La decisión del Gobierno de acudir a organismos internacionales para denunciar los efectos de las fumigaciones realizadas por Colombia en el Ecuador  genera preocupación por un probable deterioro de las relaciones políticas.

Si bien analistas consultados por este Diario coinciden en que el país tiene todo el derecho a reclamar en las instancias internacionales los efectos de las aspersiones aéreas como anunció el canciller Antonio Parra, creen que este hecho enfriará las relaciones políticas con el vecino país.

Javier Ponce, analista político, señaló que Colombia nunca aceptará nada en relación con las fumigaciones porque forma parte de sus compromisos con Estados Unidos y demandarlo ante organismos internacionales “es una gestión que hay que hacer”. Sin embargo, esta diligencia, indicó Ponce, “generará una crisis momentánea” porque el país vecino se acostumbró a la diplomacia del gobierno de Lucio Gutiérrez.

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En dos encuentros ministeriales de Ecuador y Colombia, las fumigaciones han formado parte de la agenda, pero no ha sido posible un acuerdo.

En ese sentido,  Parra considera que “está claro que Colombia no suspenderá las fumigaciones aéreas (en el sector fronterizo), Colombia seguirá fumigando y nosotros pidiéndole que las cancele”.

Édgar Terán Terán, ex ministro de Relaciones Exteriores, sugirió que la agenda bilateral Ecuador-Colombia no se reduzca a los problemas generados por las fumigaciones y recalcó que es necesario que se establezca una política global con Colombia para salir del ir y venir de ofensas.

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Ponce coincidió en el hecho de que algunos temas, en los que Ecuador provocó reacciones, se han quedado en el camino como refugiados y visas (migración).

En tanto, la agencia de noticias AP, desde Nueva York, informó que según el presidente del Congreso ecuatoriano, Wilfrido Lucero (ID), Colombia nunca ha sido clara sobre las fumigaciones que se efectúan en la frontera con Ecuador e invitó a ese país a revisar el tema.

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Agregó que el país no ha pedido indemnización alguna y que lo que ha propuesto a Colombia para resolver la disputa es conceder a Ecuador una franja de no fumigación de 10 kilómetros desde la frontera al interior del territorio ecuatoriano.