Hace 20 años, Mario Quimí Cali (48 años) es presidente del Comité de Desarrollo Comunal Santiaguito Roldós.

Indica que el anterior dirigente Paco Oñate fue expulsado de la zona debido a “su prepotencia y a que no hacía nada por traer obras al sector”.

Quimí, quien es oriundo de Jipijapa (Manabí), manifiesta que Oñate tenía a su servicio un grupo armado conocidos como Los Guardachoques quienes cumplían sus disposiciones como “cobrar mensualidades por casa para adecuaciones en el sector y convocar a reuniones”.

Publicidad

“Los Guardachoques citaban a la gente por altoparlante y quien no asistía era sacado de su misma casa”, recuerda.

Estas arbitrariedades y otras como la negativa de permitir el relleno con cascajo en un sector sumido en el lodo derivaron la rebelión de la gente, dice Quimí.

“Los Guardachoques no dejaban que volquetas cargadas con cascajo entren a Santiaguito Roldós”, agrega el dirigente tras aducir causales políticas.

Publicidad

“Oñate era de la Izquierda Democrática (ID) y Bucaram,  alcalde de ese entonces, roldosista (PRE)”, recuerda.

Hoy reniega por la falta de atención. “Hace dos años contamos con redes de agua potable pero hasta hoy hay líquido”, ironiza. El programa municipal de legalización de predios calma al dirigente y lo lleva a citar lo que ha sido una premisa en Santiaguito Roldós. “Aquí para tener algo hay que luchar”.