Ella voltea la cabeza estilizada, con piernas largas y muy linda. Alana Bunte está obviamente con la mirada fija de extraños, mientras deambula de audición en audición, esperando obtener un trabajo modelando en la Semana de la Moda de Nueva York.

La jovencita es una de cientos de aspirantes a modelo estrella, soñando con ser la próxima Giselle Bundchen, Cindy Crawford o Naomi Campbell.

La agencia de modelos Elite espera utilizar a Bunte como su arma principal para luchar tras los tiempos de dificultades económicas y una temporada bajo protección de bancarrota.

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Alguna vez fue una industria líder, pero Elite perdió un costoso juicio con un empleado por fumar en sus oficinas.

El empresario, Eddie Trump, quien compró la agencia en un remate el año pasado y espera restaurar su brillo, puso en marcha una búsqueda a escala nacional, presentando la siguiente generación de super modelos en las campaña "Nuevas Caras de Elite".

"Yo tengo la intención de construir esta marca de nuevo" dijo Trump, quien no tiene una relación con Donald Trump. "Elite es legendaria" agregó.

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En la línea frontal está Bunte que la semana pasada recibió una reinvención y un cambio de look. Ella golpea como muchas, de hecho tiene hasta 14 audiciones en un día.

La joven de California sólo tiene14 años y mide 173 centímetros, además posee un cuerpo de maniquí. La industria describe a las maniquíes como altas, largas, delgadas y esbeltas.

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