Cientos de cubanos marcharon en procesión este jueves para conmemorar a la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de la isla, mientras en una misa posterior el cardenal Jaime Ortega condenó el aborto y lamentó la situación de los estados del sur estadounidense tras la devastación del huracán Katrina.

Con cánticos, vivas y aplausos, los feligreses acompañaron por varias arterias de la capital a su patrona, que en el sincretismo religioso afroantillano también se identifica con Ochún la diosa de la fertilidad y la femineidad.

Adornada con flores y honrada con velas, la imagen fue llevada en andas hasta su regreso a la iglesia que lleva su nombre en la populosa barriada de Centro Habana, donde Ortega ofició una misa.

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Ortega inició su homilía hablando del significado del nombre de la Virgen: Caridad, una virtud que identificó con el amor necesario en la vida familiar y nacional, dijo.

El prelado aprovechó la ocasión para condenar la práctica de la interrupción de los embarazos, legalizados en Cuba en la década de los 60 y uno de los puntos de aspereza entre la jerarquía católica y el gobierno.

Paralelamente, Ortega habló de la terrible situación de cientos de miles de personas que lo perdieron todo en los vecinos estados norteamericanos de Luisiana y Mississippi, luego de que el ciclón Katrina pasó por allí hace unos días.

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Qué terrible ver en medio de aquel dolor...violaciones, asaltos, asesinatos, robos, exclamó el prelado, quien también resaltó por otra parte los gestos de humanidad y hermandad que se sucedieron ante la catástrofe.

Un comunicado de la Iglesia informó que unas 60 procesiones similares fueron autorizadas a realizarse en toda la isla y fueron negados siete permisos.

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La actual Constitución cubana respeta la libertad de culto, pero la Iglesia y el Estado suelen enfrentar algunas tensiones.