Un ministro conservador de un estado del sur de Alemania causó revuelo cuando declaró que el presidente estadounidense, George W. Bush, debería "ser muerto a tiros" por su manejo de la crisis provocada tras el paso del huracán Katrina en Nueva Orleans.

Andreas Renner, ministro de Asuntos Sociales del estado de Baden-Wuertemberg, aclaró luego que se refería a que Bush debería ser derribado políticamente.

El ministro dijo la frase durante una visita a una firma local, pero más tarde se retractó argumentando que se refería a que debería ser muerto a tiros "en un sentido político", según el periódico Reutlinger General-Anzeiger.

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Miembros del opositor Partido Social Demócrata (SPD, por su sigla en inglés) pidieron la renuncia del ministro, recordando que los conservadores solicitaron rápidamente la dimisión de la ex Ministro de Justicia del SPD, Herta Daeubler-Gmelin, cuando comparó a Bush con Hitler el 2002, según reportes de la prensa.

Daeubler-Gmelin habría declarado que al amenazar Irak, "Bush quiere distraer la atención de sus problemas políticos domésticos. Es un método favorito. Hitler también lo hizo". La ministro fue luego reemplazada.

El Partido Demócrata Cristiano, al que pertenece Renner, se mantuvo tradicionalmente cercano a Estados Unidos y ha apoyado abiertamente a la administración de Bush, en marcado contraste con el canciller Gerhard Schroeder.