Alfredo Palacio confesó su preocupación por "los datos negativos" de las encuestas,  pero se comprometió a revertir la tendencia a través del esclarecimiento de las denuncias sobre la tramitación de cargos públicos con recomendaciones apócrifas.

"Esos datos negativos se acentuaron por el asunto de las firmas dentro del  Palacio de Carandolet", manifestó el mandatario en una  entrevista con TC Televisión.

Palacio reconoció que el escándalo repercutió negativamente en la "imagen  de hombre honesto y trabajador que no se rodeaba de gente capaz de una cuestión  inmoral" que intenta ofrecerle al país.

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"Información manipulada pudo darle a mi pueblo otra imagen y hacer que las  estadísticas favorables cambien, pero quiero que sepa que eso no fue verdad,  que eso fue manipulado", indicó el Primer Mandatario.

De esa forma, el jefe de Estado se defendió de las críticas que tachan al  Gobierno por haberse apoyado en corruptos y cedido a supuestos intereses  políticos que lo alejan de su promesa de "refundar el país" a través de  profundas reformas políticas.

No obstante, Palacio insistió en que las denuncias que compremeten a su  círculo más cercano "fueron manipuladas".

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"Quiero que el pueblo sepa que no fue verdad, que eso fue manipulado y me  comprometo a tener como siempre un gobierno transparente y honesto".

El mandatario inició su período de gobierno con una aceptación popular del  53%, pero al mes siguiente descendió al 40% hasta situarse en un 31% durante  agosto, indicó un estudio de Cedatos-Gallup difundido por la prensa, que no  reveló la ficha técnica.

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Según la encuestadora, durante el mismo período la credibilidad de Palacio  también sufrió un desgaste.

"En abril, ese índice se situó en el 51%, entre mayo y junio fue de 36 y  38% respectivamente; en julio bajó al 34% y en agosto se situó en un 29%",  detalló Cedatos.

El mares Palacio rindió una versión libre sobre los hechos al fiscal Washington Pesántez, quien se trasladó hasta la sede del Ejecutivo junto con  otros dos altos funcionarios del Ministerio Público.

La diligencia tardó cerca de tres horas y le permitió a Palacio ampliar sus  denuncias sobre la tramitación de cargos públicos con recomendaciones que  llevaban su supuesta firma.

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