Guillermo Coria lo tuvo al alcance de la mano, pero el saque le traicionó en el momento más imperioso y acabó el miércoles despiéndose del US Open tras una vibrante batalla de cinco sets con Robby Ginepri.

El estadounidense ganó por 4-6, 6-1, 7-5, 3-6, 7-5 y se clasificó a las semifinales del torneo a costa del octavo preclasificado argentino. Al menos un local estará en la final del domingo, ya que Ginepri se cruzará con el ganador del choque entre Andre Agassi y James Blake.

Ginepri no pudo cantar victoria hasta que Coria cometió su 14ta falta doble, en un partido que quedará archivado para la historia por su trepidante transcurso.

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Coria había logrado levantar cinco bolas para partido sirviendo, pero en la sexta ya no pudo más, con la pelota quedando estrellándose mansamente en la red.

Ambos lucían fundidos por el cansancio, luego de 3 horas y 3 minutos de tenis tenso y alto vuelo.

Coria venía de un maratón 4:32 horas tras vencer el lunes contra el chileno Nicolás Massú, mientras que Ginepri jugó su tercer partido sucesivo al máximo de cinco sets.

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Ante Massú, Coria estuvo al borde del abismo por culpa de su saque, cometiendo la friolera de 20 faltas dobles, pero una dolencia en el aductor del chileno le dio una mano para salir adelante.

Para Coria el partido tuvo un inicio auspicioso, cuando se llevó el primer set al aprovechar una ruptura clave de saque en el séptimo game.

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Todo fue distinto en el segundo: Ginepri fue el dueño absoluto de la iniciativa dentro de un fácil trámite.

En el tercero, Coria llegó a estar 5-3 al frente, pero fueron evidentes las señales de cansancio --jadeante y desplazamientos pausados-- y Ginepri pudo darle la vuelta.

Ginepri, que venía de sorprender al francés Richard Gasquet y con lo justo se ubica dentro de los primeros 50 del mundo, apenas disputó su primer partido de cuartos de final en un Grand Slam.

Cuando parecía que Coria estaba más exhausto que Ginepri, el argentino encontró un segundo envión físico.

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El Mago Coria hizo valer ese apodo metiendo disparos por todos los ángulos con voleas, globitos y cortas, hilvanando 12 puntos seguidos en la recta final del cuarto parcial. Se llevó ese set con un punzante as y gritó un pronunciado sí de alivio al hacerlo.

El último set fue sencillamente para cualquiera. Hubo un momento que dio la sensación que Coria lo tenía ganado, cuando Ginepri cometió tres faltas dobles. El argentino estaba arriba 4-3 y con el saque a favor.

De nada le sirvió. Sus problemas para servir continuaron y dieron paso a que Ginepri nivelase la cuenta 4-4. Ambos defendieron su saque en los siguientes dos games, inclusive uno en el que Coria llegó a estar 0-40 abajo. Al final, todo se definió cuando Coria tuvo otra la raqueta para servir.