Bush es criticado por la lentitud en la ayuda y por usar en Iraq recursos destinados a proteger la ciudad.

Las aguas de las inundaciones que ocasionaron muerte y miseria en Nueva Orleans tras el azote del huracán Katrina, comenzaron a bajar ayer tras la reparación de un dique y la operación de aparatos de bombeo.

Ahora las autoridades se preparan para ver qué saldrá a la superficie en lo que el alcalde Ray Nagin adelantó será un “cuadro lúgubre” y “espantoso”, que “sacudirá al país”.

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Poco a poco el país empieza a conocer el drama humano que vivió la ciudad, como el del sargento Paul Accardo, vocero del departamento de policía, que prefirió suicidarse al sentirse inútil para remediar el caos.

Lo hallaron en su patrullero en un estacionamiento el sábado pasado, donde se puso el caño de la pistola en la boca y disparó, incapaz de soportar la depresión tras trabajar hasta 20 horas diarias y perder toda esperanza de devolver el orden a la ciudad, dijo su capitán Marlon Defillo.

Además, los soldados de la Guardia Nacional de Arkansas que tomaron el control de Nueva Orleans hallaron decenas de cadáveres en un refrigerador del Centro de Convenciones, apagado por falta de energía y usado como refugio, informó el diario local The Times Picayune.

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Algunos de los cuerpos tienen muestras de muerte violenta. Iluminando los cuerpos con la linterna montada en su fusil, el soldado Phillip Thompson, explicó: “Eso que ve ahí, con un brazo erguido, es un anciano. Ese otro es una niña de unos siete años, degollada. Esa otra es una anciana”, dijo señalando una silla de ruedas cubierta con una sábana y recordando que él mismo la ayuda a entrar al lugar. “Ese otro anciano fue muerto a golpes”.

Decenas de miles de personas pasaron cinco días en el Centro de Convenciones y el estadio Superdome sin agua, comida, luz ni protección policial, lo que los hizo víctimas de saqueos y abusos.

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Los ingenieros calculan que tomará de 36 a 80 días evacuar millones de metros cúbicos de agua estancada y de escombros y limpiar la contaminación.

Además hay el peligro de otro desastre: la dispersión en el lago Pontchartrain y en la desembocadura del Mississippi de aguas contaminadas por desechos humanos, residuos urbanos y productos químicos.

Ayer, el presidente de EE.UU., George W. Bush, anunció una investigación, encabezada por él mismo, sobre los errores cometidos para enfrentar a Katrina. También el Congreso, ante las ásperas críticas por la lenta respuesta federal, prometió otra investigación separada sobre la demora y deficiencias en el auxilio.

Bush es acusado de desviar para la guerra en Iraq, un 80% del presupuesto de $ 430 millones para reparar y mantener los diques y elaborar proyectos para proteger la ciudad de huracanes e inundaciones.

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Ayer el departamento de Estado no rechazó la oferta del gobierno cubano de enviar 1.586 médicos para atender a las  víctimas del huracán Katrina, aunque precisó que la reacción de los médicos  estadounidenses había sido “sólida” después del desastre.

100.000 PERSONAS
se registraron en un sitio en Internet de la Cruz Roja para buscar a familiares desaparecidos o de los que se separaron tras el paso del huracán Katrina. Además se calcula que los daños ascenderán a $ 50.000 millones.

MÁS HURACANES

Lee y María
Los huracanes Lee y María, las tormentas tropicales 12 y 13 de la actual temporada del Atlántico, se debilitaron en aguas del océano sin amenazar tierra firme.

Nate
La decimocuarta tormenta tropical, Nate, amenazaba ayer con convertirse en huracán, con una ruta que pasaría cerca del archipiélago británico de las Bermudas el próximo viernes o sábado.

Ophelia
Las islas Bahamas y una franja costera de unos 160 kilómetros del sureste de Florida estaban ayer bajo “aviso” de tormenta tropical, debido a la presencia de Ophelia, que se formaría hoy.

Cinco huracanes
De formarse Ophelia serían ya 15 las tormentas tropicales de esta temporada, incluyendo a cinco huracanes: Dennis y Emily, de categoría 4, Irene (2) Katrina (5) y María (1).