Casi medio millón de personas que vivían en Nueva Orleans serán desplazadas al menos a otros 20 estados, donde deberán ser atendidas.

Estados Unidos se prepara para la mayor operación de reinstalación de desplazados de su historia y para enfrentar las necesidades de centenares de miles de personas obligadas a huir de sus lugares de residencia por el huracán Katrina.

Viviendas, escuelas, dispensarios y otras instalaciones básicas deberán encontrarse en los próximos meses en todo el país, así como medios de subsistencia a los damnificados que perdieron todo, hasta que encuentren un  nuevo empleo.

En Texas, donde se cree que casi un cuarto de millón de personas serán alojadas en refugios, el gobernador Rick Perry ordenó ayer que algunos damnificados fueran trasladados a otros estados que han ofrecido ayuda, entre ellos Virginia Occidental, Utah, Oklahoma, Michigan, Iowa, Nueva York, Pensilvania, Arkansas, Misuri, Illinois, Tennessee, California y Arizona.

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Además, se espera la llegada de miles de desplazados en Oregon, Nuevo México, Colorado, Minesota, Carolina del Norte y Carolina del Sur.

“Es un desafío inmenso a mediano y largo plazo. En sustancia, estamos desplazando la ciudad de Nueva Orleans hacia otras partes del país”, dijo el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff.

Tres grandes barcos de cruceros turísticos de la compañia Carnival serán  destinados a dar albergue a los miles de evacuados. Dos  de ellos, con capacidad para 2.600 personas cada uno, se ubicarán en el puerto  de Galveston, en Texas, mientras que el tercero, con 1.800 camas, lo hará en el  puerto de Mobile, Alabama.

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Los servicios de rescate iniciaron ayer una gigantesca operación casa por casa en Nueva Orleans a la búsqueda de sobrevivientes y cadáveres.

El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ratificó ayer que podría haber 10.000 muertos en esta ciudad, inundada tras el paso del huracán Katrina, una semana después de la tragedia, aunque el balance oficial de víctimas es de 218.

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Mientras, la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, pidió un Plan Marshall para reconstruir su estado.

Reclamos

Salvar vidas
El presidente de EE.UU., George W. Bush, dijo ayer que la respuesta de la nación a la tragedia por el huracán Katrina “ha sido extraordinaria” y aseguró que la primera misión ahora es “salvar vidas” y que se “hará lo que sea necesario” para ayudar a las víctimas.

Bush en Nueva Orleans
La visita de Bush, segunda en tres días, se hizo entre críticas a la respuesta de su gobierno a esta gran crisis.

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Furiosos
El diario de Nueva Orleans Times-Picayune publicó ayer una carta abierta en la que expresa que “estamos furiosos” por lo que allí ocurre y exhorta al Presidente a despedir a todos los funcionarios de la Agencia para la Gestión de Situaciones de Emergencia (FEMA).

Comisión
Bárbara Bush, madre del presidente de EE.UU., se expuso ayer a posibles críticas al mencionar a una emisora de radio que “todos (los damnificados) se quieren quedar en Texas. Todos están abrumados por la hospitalidad” que han recibido en el estado. Y de inmediato añadió: “y como de todas maneras son indigentes, esto les está resultando muy bien”.