El ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Parra Gil, se abstuvo hoy de aplicar calificativos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"El Gobierno de Ecuador respeta, practica y aplica la no intervención. Es un principio de derecho internacional que se sintetiza en no participar o intervenir en los asuntos de otros países", señaló el canciller en Gamavisión.

Parra agregó que el país "no debe calificar a nadie. Hay un problema interno en Colombia. Para los colombianos, los señores de las FARC son terroristas, narcoterroristas, narcotraficantes y muchos otros calificativos".

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"Yo no entro a discutir el tema, no entro a calificar a nadie. Como ministro de Relacione Exteriores no entro a calificar si ese grupo es terrorista o no, me abstengo", subrayó el canciller.

Las declaraciones de Parra se producen pocos días después de otras emitidas por su colega de Defensa, Oswaldo Jarrín, quien dijo que Ecuador no considera "terroristas" a las FARC, lo que ha molestado al Gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe.

Uribe indicó el pasado viernes que la posición de Jarrín era "miope" y que las FARC "sí son terroristas por la manera como maltratan a la sociedad y por la manera como desconocen las normas humanitarias y por la fuente de su financiación: el narcotráfico y el secuestro".

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Ecuador exigirá suspensión de fumigaciones aéreas
Por otra parte, el Canciller ecuatoriano insistió en que Colombia debe alejar diez kilómetros de la frontera con Ecuador las fumigaciones aéreas de las plantaciones de coca en el sur de ese país.

Durante la entrevista, Parra Gil indicó que luego de que Colombia "no acepta que las fumigaciones aéreas afectan al ser humano, no nos queda otro camino, definitivo ya, que acudir a las instancias internacionales".

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El canciller descartó que Ecuador solicita al vecino país que deje de fumigar manualmente. "Pedimos que no haga la aspersión, la fumigación aérea" en la franja de diez kilómetros, precisó.

Lamentó que Bogotá "no acceda" a fumigar a esa distancia, pese a que Quito insiste en que las aspersiones aéreas con el herbicida glifosato, que ha pasado a Ecuador arrastrado por el viento, han afectado a la salud de los pobladores, de sus animales y de las plantaciones del lugar.

Entre las posibilidades de intervención internacional, Ecuador analiza la posibilidad de acudir a la ONU, la Organización de Estados Americanos, la Corte Internacional de Justicia, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.