La corrección fraterna sí, pero hecha con amor

1.- El mensaje de la Palabra de Dios
Trata de iluminar los conflictos que se dan en la comunidad, desde el amor y el perdón predicado por Jesús.

Los dirigentes, antes de separar de la comunidad al que se ha extraviado, deben seguir el camino de la corrección fraterna.

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Jesús está presente en su Iglesia: todo lo que ella hace, es palabra o hecho de Cristo.

El centro de la vida del creyente ya no es la Ley sino la persona de Cristo.

2.- ¿Qué compromiso nos pide el Señor?
Integrarnos en la familia de Jesús, en algún grupo parroquial, para aprender a perdonar como una exigencia del amor fraterno y un compromiso de crear la auténtica fraternidad.

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La primera tarea del creyente es integrarse en la comunidad de los discípulos, porque Cristo solo se hace presente donde hay dos o tres, reunidos en su nombre.

Crear, integrarse y ser comunidad, son actitudes claves para ser cristianos hoy.
Cuando un pariente, un amigo o un compañero se porta mal, ¿cómo reaccionamos? ¿Nos ponemos a su lado para ayudarle, o nos ponemos en su contra? ¿Le acogemos, o le excluimos de nuestro trato?

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Solo el amor nos capacita para acoger al otro, para ayudarle y perdonarle: La corrección fraterna es una exigencia del amor.

“Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos”.

Donde hay amor, acogida, entrega, servicio y fraternidad, donde las personas se reúnen en nombre de Cristo, ahí está siempre presente el Señor.

Sin caridad-solidaria y perdón-reconciliación, no existe la comunidad cristiana.

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3.— ¿Cuál es mi respuesta, hoy?
* Frente al amigo, o compañero que se equivoca, no voy a colocarme como juez, sino como hermano que le ayuda a salir de esa situación difícil.

* Trataré de reconocer mis equivocaciones para poder rectificarlas y de esa manera integrarme en la comunidad.

* Haré una lista de mis defectos que más molestan a los que viven a mi lado.

EVANGELIO

Lectura del Santo Evangelio, según San Mateo

Asamblea: Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano.

Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.

Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”.

Palabra del Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.