Los tres kamikazes que perpetraron los atentados en Charm el Cheij, en Egipto, eran beduinos miembros de una célula islamista cuyo jefe fue detenido, según fuentes de seguridad.

Mahmud Mohammad Hamad, Mohammad Oda Said y Mussa Ghneim fueron identificados gracias a pruebas de ADN y a confesiones de 29 sospechosos.