“En la comunidad” es una de las frases más socorridas en las pantallas, pues los canales la utilizan para describir a los noticieros locales que emiten diariamente.
“En la comunidad” indica algo más: la intención de los medios de comunicación televisivos por acercarse más a la gente y a sus necesidades. La intención es positiva y se parece mucho a la que plantea el llamado “periodismo cívico”.

En la revista Chasqui de comunicación (edición 82), el experto Marcio Fernández desarrolla los siguiente conceptos: “Por periodismo cívico, comunitario, de contacto con la comunidad o de interés público, se entiende la acción de retomar contacto con la comunidad, descubriendo lo que los lectores quieren y abriendo espacios para charlas de temas del interés público”.

Clarísimo. “El contacto” es el objetivo que está detrás de los noticieros de la comunidad. En cambio, el descubrir lo que las audiencias quieren ya es otro tema, el cual lo vamos a dejar aparcado, por ahora. Existen otros elementos del periodismo cívico que cita Fernández: los medios “que ejercitan el periodismo cívico buscan ayudar en la resolución de los problemas de educación pública, de salud colectiva y en el área criminal…”.

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Hasta ahí algo se parece a lo que vemos en las pantallas. Pero añade: “no solucionándolos sino facilitando debates, proponiendo caminos, celebrando acuerdos, diagnosticando fallas e impulsando a los ciudadanos a implicarse en los asuntos comunitarios”; es decir, todo lo que no sucede en los noticieros de la comunidad.

Por lo contrario, estos espacios han derivado (con sus matices) en prácticas clientelares donde un periodista aparece como un “solucionador” de problemas frente a una masa o unos “moradores” que no llegan a ser considerados como ciudadanos en ejercicio de sus derechos y obligaciones e implicándose en la resolución de sus problemas.

Entonces, “en la comunidad” se queda en la intención de acercamiento y poco más. Veamos. Los actuales “noticieros de la comunidad” tienen dos metodologías básicas para acercarse a la comunidad: las denuncias de los televidentes vía telefónica o internet y la acción de los reporteros para gestionar problemas puntuales: una luminaria pública por aquí, un corte de agua por allá, una cartilla de luz que se incrementa de un mes para otro, etcétera.

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Nótese que se habla de asuntos puntuales, incluso particulares. Los grandes temas de las agendas comunitarias, brillan por su ausencia.

A partir de allí, la competencia se desarrolla en la manera cómo se pueden receptar más denuncias y luego en dar respuestas más rápido o más efectivamente a las mismas. Por eso, los reportes vía microonda son uno de los puntos clave de la estética de los noticieros de la comunidad, con esa imagen de la reportera con su micrófono en medio de una calle rodeada por los moradores del sector.

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En Gamavisión, Rolando Panchana es el más innovador en cuanto a las formas e inventa el concepto de la “Cámara Express”, equiparando al periodismo con un servicio de comida rápida a domicilio. Mientras que en Canal Uno había un equipo de periodistas prestos para responder a las denuncias incluso en las madrugadas.

En Teleamazonas Quito, en cambio, la clave está en el seguimiento de las soluciones intermediadas por los periodistas y en la red desarrollada con autoridades seccionales y Policía para responder a esas denuncias. Paradigmática, en este punto, era la relación entre Bernardo Abad y Carla Zarlenga con el capitán de policía Juan Zapata (actual vocero de la Policía y personaje mediático) para poner semáforos y rompevelocidades en distintas partes de la ciudad.

Y bueno, se podrá pensar, ¿qué hay de malo en receptar denuncias y responder a ellas rápidamente?  Lo que sucede es que en el corre corre, se olvida lo más importante: el aporte que debe ser el periodismo cívico en la construcción de ciudadanía. En este punto lo fundamental es la elaboración de las agendas o aquel “descubrir lo que las audiencias quieren” que habíamos mencionado antes.

El desafío del periodismo cívico
El periodismo cívico comienza habitualmente determinando cuál es la agenda de la comunidad. Para este fin se utilizan técnicas como las encuestas y los ‘focus groups’, y procedimientos como las reuniones públicas y las conversaciones y entrevistas abiertas, (www.cambiocultural.com.ar) afirman los expertos.

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El tema esencial es la participación de los ciudadanos en la definición de las agendas. Pero no es una participación clientelar o pasiva, como sucede hoy en la TV. Todo lo contrario, “es un periodismo que ayuda a la gente a sobrepasar su sensación de impotencia y de enajenación, desafiándola para llegar a estar implicada en las cuestiones sociales y para tomar, para sí mismo, la responsabilidad en problemas comunitarios” (Jan Schaffer, editor estadounidense).

La relación que se establece con la llamada y los equipos de reporteros en las calles no deja de ser limitada porque los temas son decididos unilateralmente.
Para hablar de que la TV apuesta por un verdadero periodismo comunitario o cívico se debiera activar comités de ciudadanos y/o utilizar el resto de técnicas que darán al medio la información de primera mano sobre los temas “que más interesan a la comunidad”, como reza el lema utilizado por Félix Narváez.
“El objetivo del periodismo público o cívico es crear una comunidad en constante aprendizaje, que discuta, no solo desde una actitud emotiva, sino sobre la base de cómo funcionan las cosas” (Philip Meyer, profesor de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos). Por eso ,  iniciativas que pretenden ser cívicas finalmente son oportunidades perdidas.

Es el caso de ‘La corte ideal‘ de Teleamazonas que vuelve a reducirse a un “presente sus denuncias”, en este caso en contra de los candidatos. Nada de aprendizaje y discusiones lejos de la emotividad.

Por ahora, la muletilla “en la comunidad” está lejos de nombrar un tipo distinto de periodismo. No obstante,  si la intención de los noticieros de la comunidad es acercarse realmente a los ciudadanos, la única opción es apostar por un periodismo cívico en todas sus dimensiones.

 Y en ese campo, los nuevos métodos para la construcción de las agendas informativas están esperando.

Tres momentos que ilustran los métodos de los noticieros de la comunidad. La reportera de Ecuavisa Denisse Molina, en una cobertura junto a moradores de un barrio guayaquileño. Rolando Panchana envía la “cámara express” frente a una denuncia. En Quito, Bernardo Abad y Carla Zarlenga receptan las llamadas de los televidentes.