El concejal del Distrito Metropolitano de Quito, Fernando Carrión (Quito en Acción), considera que la capital debe entrar de lleno en el proceso de autonomías. Para ello, dice, debe fortalecer la tesis de su metropolización, o sea la constitución de una ciudad-estado.

Sostiene que sus planteamientos también podrían ser válidos para Guayaquil y otras ciudades del Ecuador.

En entrevista con este Diario explicó su propuesta.

Publicidad

Pregunta: ¿En qué consiste la propuesta de metropolización para Quito y Guayaquil?
Respuesta: Las dos ciudades deberían consolidarse como distritos metropolitanos, con un rango mayor que el de una organización cantonal, municipal clásica como son ahora. Deberían convertirse en un gobierno intermedio. Esta salida sería interesante también para otras ciudades.

P: ¿Qué se lograría con ello?
R: Integrar y no dividir. En este caso, al rescindir la función de la capitalidad provincial se fortalecerían otras ciudades. Por ejemplo, Quito, sería capital de la República; Sangolquí, capital del cantón Quito y Santo Domingo de los Colorados, capital de Pichincha. Lo de las ciudades a fortalecerse sería cuestión de analizar cada posibilidad.

P: Usted plantea la necesidad de darle mayores atribuciones al Concejo Municipal. ¿A qué se refiere con esto?
R: Creo que a los concejos cantonales se les debe dotar de una mayor capacidad legislativa. Así tendrían la capacidad de imponer ciertos impuestos, para captar más recursos y responder mejor.

Publicidad

P: ¿Qué tipo de impuestos?
R: Se podría establecer una legislación tributaria alrededor de lo que significa el patrimonio que tienen las ciudades, otro al consumo de la gasolina...

P: ¿Y qué se haría con esos fondos?
R: Los municipios deberían tener libre disponibilidad para el uso de ellos. Podrían servir para programas de ambiente, política social, vivienda...

Publicidad

P: Usted propone cambiar las direcciones y corporaciones municipales por ministerios de acción, ¿cuál es la idea de este proyecto?
R: Guayaquil se ha ido por la línea de las fundaciones y Quito por las corporaciones, pero esto está produciendo una gran fractura de la acción municipal. Se debe fortalecer la acción de los municipios con la creación de verdaderos ministerios que sean capaces de manejar cada sector. En el caso de la educación, que ya no sea dirección sino ministerio, donde se puedan establecer las políticas... Se ha demostrado que los municipios están en capacidad de generar una educación acorde con las necesidades de sus cantones.

P: Esas competencias pueden pedirlas los municipios, ¿por qué no lo hacen?
R: Porque hay inestabilidad política, además, no hay voluntad política de los gobiernos nacionales para transferir las competencias. Es imprescindible que el régimen establezca un plan nacional de autonomías y muestre su voluntad política para ese proceso.

P: ¿Para qué los cambios si las administraciones zonales de Quito funcionan bien?
R: En algunas de ellas se ha entronizado el vicio político del clientelismo. Hay que corregir esto y, además, se debería darles mayores atribuciones, pues cada una de las ocho zonas de Quito son distintas. Se podría establecer, por ejemplo, unos concejos zonales para que haya mayor representación del sector.