La Tricolor tendrá barra propia en el estadio Hernando Siles. Hoy, cuando el árbitro argentino Héctor Baldassi pite el inicio del encuentro entre Bolivia y Ecuador, más de mil aficionados alentarán a la selección nacional en el partido eliminatorio rumbo a Alemania 2006.

Llegaron de todas partes. De Guayaquil, Quito, Cuenca, Pelileo, Nueva York... Poco les importó la distancia, el tiempo o la forma del viaje, lo fundamental era estar  junto a la Tricolor.

Boris Cano, Carlos Rivas, Frank de la Cuadra y Johnny Bautista son un ejemplo de fanatismo. Ellos llegaron la madrugada de ayer a La Paz, después de 24 horas de viaje desde Nueva York, haciendo escalas en Guayaquil y Lima.

Publicidad

“Salimos el miércoles por la noche y llegamos hoy (ayer) por la madrugada.
Desde la eliminatoria anterior nunca nos perdemos los partidos de la selección, la seguimos adondequiera que vaya. La apoyamos en el Mundial, en Europa, en Estados Unidos y acá en Sudamérica”, aseguró Cano.

Otros, como Jorge Guato, su esposa María Teresa Llerena, Richard Eallo, Hernán Tirado y su hijo Jean-Pierre Tirado llegaron en auto. A bordo del Volkswagen Golf de Guato  salieron de Pelileo el lunes pasado a las 02h00 y arribaron a La Paz el jueves a las 14h00. La primera noche la pasaron en Trujillo (Perú), la segunda en Nazca (Perú) y la tercera en Puno (Perú, cerca de la frontera con Bolivia).

“Según el cuentakilómetros del auto, recorrimos casi 4.000 km y gastamos 350 dólares solo en gasolina para venir a ver Ecuador. Otras veces la habíamos acompañado pero viajando en avión”.

Publicidad

No son los únicos. Entre la tarde y medianoche de ayer aterrizaron en el aeropuerto internacional de El Alto tres aviones repletos de ecuatorianos, y hoy se espera que lo hagan al menos tres más.

Los ecuatorianos llenaron el hotel Radisson Plaza, el Plaza y el Camino Real. (EJC)