Pese a la llegada de miles de miembros de la Guardia Nacional, el caos sigue en la ciudad y su evacuación aún es muy lenta por la falta de buses.

La ayuda empezó a llegar ayer a Nueva Orleans (Luisiana), pero la ciudad permanece sumida en el caos, inundada, con incendios incontrolados y bandas de pistoleros que aterrorizan a decenas de miles de refugiados atrapados en ella desde el pasado lunes, tras ser azotada por el huracán Katrina.

Soldados con rifles automáticos M-16 y gigantescos camiones para transportar tanques, que ahora acarrean víveres, circulan por las calles y se espera que de inmediato combatan a las pandillas armadas.

Las escenas que se han encontrado los soldados en el estadio Superdomo y del Centro de Convenciones de la ciudad, y que han sido transmitidas por las cadenas de televisión, muestran decenas de miles de damnificados y han sido calificadas como “vergonzosas”.

Publicidad

Los refugiados, en su mayoría de raza negra, esperan agolpados, hambrientos, deshidratados y enfermos, pidiendo desesperadamente medicinas, agua y alimentos, junto con los cuerpos de fallecidos por causas naturales, ahogados o con disparos, víctimas de la violencia que impera.

A este panorama se han empezado a sumar incendios incontrolados por los bomberos, en diferentes lugares de la ciudad, uno de ellos en un depósito de productos químicos.

Aunque oficialmente Katrina ha causado la muerte de 228 personas, el senador por  Luisiana, David Vitter, dijo que el número real sería de diez mil.

Publicidad

El presidente de EE.UU., George W. Bush, que visitó ayer brevemente la zona, calificó de “insuficiente” la respuesta de las autoridades federales a la crisis y aseguró que tiene “los recursos” militares para hacer frente al mismo tiempo a la guerra en Iraq y al rescate y mantenimiento del orden en el sur de EE.UU.

Bush firmó un paquete de asistencia por 10.500 millones de dólares para acelerar la ayuda federal destinada a las áreas costeras devastadas por el huracán Katrina, tras la aprobación del Congreso.

Publicidad

Pero Kathleen Blanco, gobernadora de Luisiana, lamentó que la ayuda no llegue con la suficiente rapidez.

“Todos estamos frustrados; lo que necesitamos principalmente son buses. Si hubiéramos tenido esos buses un día antes, no habríamos sufrido este caos. Nos dijeron que 500 autobuses estaban en camino, necesitamos 5.000”, advirtió ante la cadena CNN.

“Me dirijo al pueblo estadounidense (...); la gente se está muriendo y debemos sacarla”, dijo a su vez Karen Carter, representante por Luisiana.

“Dennos autobuses y gasolina, es todo”, agregó.

Publicidad

Un damnificado falleció y muchos más resultaron heridos cuando un autobús que los evacuaba desde el estadio Superdomo se volcó ayer y dio vueltas de campana en una carretera.

El accidente ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo.

La “desobediencia civil” ha forzado a suspender la evacuación del Nueva Orleans Charity Hospital y si esta no continúa la gente morirá, advirtieron ayer las autoridades médicas.

LOS DAÑOS

Damnificados
Katrina dejó entre 50.000 y 100.000 damnificados y 1,4 millones de afectados, un tercio de ellos niños, según Unicef.

Tormenta María
Ayer se formó María, la decimotercera tormenta tropical de la temporada de huracanes del Atlántico, con ruta sobre el mar, mientras Lee, la duodécima, desapareció.

En septiembre
Los meteorólogos Philip Klotzbach y William Gray vaticinaron el 43% de posibilidades de que en septiembre un huracán mayor impacte nuevamente el país.

Costo de daños
Superaría los 100.000 millones de dólares y tendrán consecuencias impredecibles en la primera economía mundial.

Consecuencias
El ciclón paralizó la producción petrolera del Golfo de México, llevó el barril de crudo a los 70 dólares, desplomó al dólar y dejó sin empleo a 620.000 personas en Nueva Orleans y 250.000 en Mississippi y Alabama.