En la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG), en casos de pérdida por robo de la matrícula original y proceder a matricular un vehículo, se debe cumplir con procedimientos engorrosos.

El viacrucis es así: hay que poner una denuncia en la fiscalía, acudir frente a la terminal terrestre donde un vigilante, realmente recargado de trabajo, que revisa la documentación para este y otros casos, lo manda a uno a sacar copias de documentos, revisa el carro, obtiene unas adhesivas, manda a solicitar una “especie” para denuncia (repetición del primer paso), hacer colocar el “print”, hace llenar esa especie, manda que hagan colocar un visto bueno a un oficial.

En cada paso es obligación hacer fila para saber qué sigue (aproximadamente seis veces). En la ventanilla 14  revisan la documentación, pero antes lo mandan a uno de regreso a casa porque le piden presentar copia de la planilla de teléfono, luz o agua, sin explicar motivo, con lo cual se pierde otro día de trabajo.

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Después de esta pérdida de tiempo, en otra ventanilla le piden que pague $ 14, aparte de lo  cancelado en el banco, por “duplicado” de matrícula; de inmediato le entregan la matrícula del año o sea que por el “suplicio” el usuario repagó. Tal vez le hubiese convenido contratar un tramitador.

Deberían publicar requisitos con la secuencia del trámite.
Ubicar a más vigilantes con similares conocimientos al actual, en estos casos. No exigir presentar copia de planilla por pago de teléfono u otro, por no tener relación con este trámite. Suprimir el cobro de $ 14 por un trámite no realizado porque todos los datos constan en el sistema (print), por lo que realmente no existe duplicado de matrícula. En este último caso es deber de la Defensoría del Pueblo investigar y ordenar la devolución de estos valores.

Arq. Rodolfo López Osorio
Guayaquil