Los sobrevivientes y familiares de las víctimas de la matanza de una escuela rusa en Beslán denunciaron ayer que en Rusia la vida no vale nada y pidieron “asilo político en un país que respete los derechos humanos”.

Al cumplirse un año de la tragedia, los deudos de las víctimas de Beslán están convencidos de que las autoridades encubren la verdad y manejaron mal la operación de rescate.