El coronel Fausto Bravo, ex edecán del presidente de la República, Alfredo Palacio, estuvo en la mira de los investigadores militares y policiales durante quince días, antes de ser separado de sus funciones. Esto con la finalidad de investigar su posible participación en la presunta falsificación de la firma del Primer Mandatario, según la versión de una fuente de seguridad de Carondelet.

Esta versión coincide en gran parte con la del secretario de la Administración Pública, Luis Herrería, quien sostuvo ayer ante la prensa que, en efecto, el entonces edecán fue objeto de una investigación luego que se detectara la irregularidad.

Según Herrería, el 20 de julio pasado el presidente Palacio informó a la Policía y a Inteligencia Militar de la falsificación de su firma y pidió una investigación. La Policía presentó su informe el 10 de agosto e Inteligencia Militar lo hizo el 17, con lo cual el Mandatario pudo entregar el caso a la Fiscalía el 18 del mismo mes, dijo Herrería.

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Ahora el caso pertenece a la justicia ordinaria y el aporte de los funcionarios de la casa de gobierno consiste en ofrecer la información que los investigadores solicitan.

La misma fuente de seguridad dijo que Bravo fue separado el 5 de agosto y el 9 ya había sido reemplazado por el teniente coronel del ejército, Washington Bugnay. Este oficial, junto con el capitán de fragata Alejandro Vela y el teniente coronel de aviación Gustavo Agama forman la trilogía de edecanes de Palacio, que ejercen por turnos y responden las 24 horas por la suerte del Presidente.

Pero, ¿qué es un edecán? Una fuente militar especialista en estrategia, explica que es un ayudante de campo y el último bastión de seguridad del Jefe de Estado.
Para explicarlo, rememora a los antiguos ejércitos independentistas, cuyos mariscales siempre contaban con dos o tres hombres de confianza, encargados de velar por la seguridad de su superior y de hacer que sus órdenes fueran acatadas.
Esa función ha perdurado dado que el Mandatario es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.

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El nombramiento de un edecán pasa por varias etapas; primero, el Comandante del Ejército propone una terna al Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., este a su vez, la estudia y la remite al Ministro de Defensa, quien solicita los informes correspondientes y, de no tener objeciones, se la pasa al Presidente de la República.

Durante este proceso, la terna puede ser modificada parcial o totalmente.

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El requisito para ser edecán es ajustarse plenamente a la moral y la ética militar, que consiste en observar valores, como sacrificio, lealtad, integridad y subordinación, asegura la fuente. Sin embargo,  es pública la participación del coronel Bravo en la insurrección del 21 de enero del 2000, que derrocó al gobierno de Jamil Mahuad.

Mientras, el Ministerio de Defensa justificó anoche –a través de un comunicado– la sanción de nueve días de arresto de rigor impuesta a Bravo, quien permanece detenido en la I División del Ejército Shirys.